martes, 4 de noviembre de 2008

Después de Cromagnon cambió la “movida”

María Victoria González Alderete

Viernes 29 de octubre del 2004 a las 23.30 hs, Agustín le dice a José: ¿vamos al reci de Neto hoy?. José responde: bueno, yo te acompaño pero vos mañana me acompañas a mí al de Púrpura, dale?. Bueno dale le dice Agustín.
Así eran antes los fines de semana en Posadas, siempre había algún recital, algún lugar a donde ir. Hoy esto cambió. “Años anteriores existieron lugares aptos como para generar una movida cultural musical del tipo “recital de bandas de rock” como (por nombrar algunos): el teatro El Desván, El Almacén, Pica Pau, El Lugar, La Estación, Mamahu Pub, y otros que no recuerdo en este momento, que estaban a disposición de los artistas. Por otra parte si querías hacer tu propia movida existían lugares que se encontraban abandonados u olvidados, a los cuales mediante una mínima gestión el artista podía tener acceso, como para generar arte; como es el caso de la Ex Estación de Trenes o de los Galpones del Puerto, espacios físicos, adaptados a gusto por el artista (como corrían otros aires de libertad era una satisfacción enorme hacerlo y una energía muy positiva) para hacer un recital, obviamente no existían las trabas que hay ahora, incluso había como un cierto grado de conciencia y valor por parte de las autoridades”, recordó José Rodríguez “Sepu”, guitarrista de la banda Kuria Muria existente hace once años.
Para muchos “la movida” se empezó a caer por diferentes motivos, uno de ellos es que después del año 2004 no se pudieron hacer eventos de artistas nacionales porque la mayoría de los productores no pudieron cubrir más los gastos y se quemó la “plaza artística”. Otra faceta de la decadencia se produjo en el año 2006 luego de la fatalidad ocurrida en Cromagñon, Buenos Aires.
“El mejor año fue el 2004, ya que no sólo habían muchos pubs donde tocar sino que también se trajeron muchas bandas nacionales a tocar a Posadas y eso generó espacio para varias bandas locales como teloneros”, contó Gabriel Suárez guitarrista de Milhonguito.
Hay muchas causas para que toda esta movida cultural, haya cesado de una manera casi abrupta, como la falta de lugares adaptados para estos eventos, las políticas culturales y de convivencia, entre ellas la Ley de Nocturnidad.
“Hay entidades gubernamentales, que existen, fueron creadas y son solventadas para generar espacios de arte, pero hay mucha falta de interés cultural por parte de éstas; no se sabe donde queda todo eso. En cuanto a los comerciantes, no sé si es negocio tener un lugar disponible para hacer recitales, ya que las trabas que imponen los caprichos de leyes creadas para reprimir la libre expresión y el libre tránsito, cuestionan el acceso de los concurrentes a estos lugares (por ejemplo: menores de edad) y la venta adentro”, opinó Sepu.
“Dejan todas las decisiones a políticos que ni siquiera tienen que ver con la cultura y a una parte de la sociedad rezagada en el crecimiento artístico en comparación a otras regiones más adelantadas, tan cercanas a Misiones”, dijo por su parte el integrante de Milhonguito.
Cabe resaltar que para llevar a cabo un recital se necesitan equipos de sonido, de iluminación, una infraestructura amplia, con un escenario, un espacio para el refrigerio, esto en cuestiones materiales, pero también se necesitan recursos humanos como personas encargadas del sonido, la iluminación, seguridad, administración y limpieza.
Una de las cosas más importantes e increíbles es que la mayoría de las veces son los mismos artistas los que solventan todo esto, ya que es un movimiento independiente. Generalmente lo solventan con la plata que sacan de las entradas vendidas, pero casi siempre se genera tanto gasto que no se llega a cubrir con lo recaudado, “ahí es cuando el artista pasa a cumplir el rol de espectador - artista ya que uno paga para tocar, es triste”, finalizó el guitarrista de Kuria Muria.

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