jueves, 20 de noviembre de 2008

La mala costumbre de escribir

Mora Rodríguez Midón
Lara Schwieters

El camino del escritor
“Siempre escribí, incluso en el secundario. Me gustaba mucho leer, de hecho lo que más hago en la vida es leer”. Pero fue durante la época de De La Rúa que el escritor Jorge Lavalle (*) quebró y se separó. Fueron muchos cambios, todo a la vez… y entonces se encontró viajando y viajando, llenando sus cuadernos de historias.
“Cuando volví de Brasil quería hacer un posgrado, pero no estaba el que yo quería y podía bancar. Era una época en la que estaba deprimido, no tenía trabajo fijo, manejaba un remis y quería algo más en la vida. Un día fui a la UNaM, para averiguar en qué carrera me podía meter”. El objetivo era perfeccionarse como escritor, buscar herramientas que le permitieran producir mejor.
“En segundo año, en la materia de Comunicación I, la profesora Elena Maidana, nos pidió observar los barrios. A mí me toco Villa Sarita por sorteo. Empecé a investigar y me encontré con un señor muy especial, un viejo que fue el único que me contó que conoció a Sarita, me dijo: “yo la conocí a Sarita, buena muchacha”, el resto, el mito urbano me decía que era una prostituta. Y este hombre, Tomasito se llama, dice ”no, yo la conocía, vivía acá enfrente”.
La historia del barrio tomo forma de informe académico. Al año siguiente en otra materia vio la fórmula aristotélica del relato, la novela romántica. “Yo nunca había hecho una novela, siempre escribí cuentos cortos, poesía o algo así como ensayos”. Para ese entonces ya tenía dos libros de cuentos y poesías publicados artesanalmente. Con la fórmula volvió a Villa Sarita y se reúnió con Tomasito y comenzó a investigar. “Tomé esta situación, la situé en un tiempo, que era el que me contaba Tomasito de cuando el tenía 10 años, inventé los personajes pero todo en base a lo que me dio la investigación, por ahí hay datos que se dan por separado pero después yo los junté. Entonces con la formula aristotélica y la investigación armé la novela, sólo, sin mostrarle a nadie hasta el día que se publicó en junio del 2004”. Hoy Sarita va por la quinta edición.
Al año siguiente se animó un poco más y escribió otra novela, “Che Mitaí... mi niño Ernesto” sobre los primeros años de vida del Che Guevara. El éxito de su anterior novela le permitió realizar un acuerdo con el diario Primera Edición para difundir y distribuir su nueva obra.
A la historia de la infancia del Che le siguió la novela “Andresito y la Melchora”. Un año de investigación profunda, de viajes, lecturas y entrevistas le dieron a Lavalle la materia prima que daría vida a la figura del héroe regional Andrés Guacurarí.


Los mitos según Lavalle

“El ser humano siempre necesitó creer en cosas sobrenaturales -eso que trasciende la vida terrenal y tratar de darle explicaciones a lo inexplicable. En cada región hay mitos y leyendas típicos, en relación a la naturaleza y los animales y seres extraordinarios como el Pombero y el Yasí para nosotros”, dijo Lavalle en la presentación de su nuevo libro “Releyendo mitos” el jueves 6 de noviembre pasado. Está basado en los principales mitos y leyendas de Misiones e ilustrado por artistas locales.
“Yo lo que hice fue tomar estas leyendas clásicas pero le di un formato de narrativa que uso yo, en el que hago hablar a los personajes. Hay un narrador que cuenta la historia, que cuenta como termina, y yo lo que hago es tratar que mis personajes introduzcan otras voces, que la voz del relato no sea solo la del relator”, explicó.
Lavalle logró ubicar a todos los personajes de los mitos de la región en la cotidianeidad urbana. El Yasí yateré instalado en la plaza 9 de Julio puede sorprender a primera lectura, pero si pensamos que, de un tiempo a esta parte, Halloween dice presente en la ciudad, ¿que nos puede impedir ver al Yasí por la plaza?.
“Jorge viene malacostumbrándonos a una presentación de un libro por año. Pero esta vez fue un poco más allá del mito. Lo tomó y lo cargó de una ficción para poderle dar aquí el formato del cuento. Mas allá de eso en el final de cada uno de los cuentos hace el relato de la creencia que da origen a cada uno de los cuentos”, remarcó el licenciado Carlos Arancio, quien colaboró con la guía de actividades para los docentes. En esta publicación Lavalle dio un paso más y junto a su colaborador dejó en clara evidencia su vocación docente.


Imprimir con promesas

A la hora de pensar en editar el libro Jorge Lavalle tampoco encuentra impedimentos. Con perseverancia y de a pie recorrió los diferentes estamentos educativos, hasta dar con una respuesta del Ministro de Educación de la Provincia, Hugo Pasalacqua.
El escritor relata que cuando le explicó a Alberto Aguirre, el dueño de la imprenta Creativa, su intención de tramitar un subsidio el le dijo “bueno si te dan, bien y sino igual lo publicamos”. Y así fue que, pese a que hasta el momento no recibió el dinero prometido- los ejemplares se imprimieron, con promesas. “Es siempre un después te pago”, indicó, y con esta metodología, y sin dejar de saldar sus cuentas ya van por la séptima edición de “Sarita” y la cuarta de “Andresito” en el lapso de un año. La intención de gestionar a través del ministerio es para poder donar 100 ejemplares con guía de actividades a docentes y establecimientos educativos de la ciudad y del interior, ya que la mayoría de sus libros se usan como material de lectura en los colegios.
“Es muy fuerte la voluntad de Aguirre”, rescata Lavalle, “Yo de otra manera no hubiese podido mantener en librerías mis libros. Publicar para mí es un esfuerzo enorme, yo molesto bastante a todo el mundo, al ilustrador, al imprentero, a los medios, hay toda una movida a la hora de publicar. Siempre así para adelante, siempre con ganas de hacer las cosas, lo pulimos, nos sentamos, corregimos, lo llevamos… es un trabajo permanente que vamos haciendo hasta que llega un punto que te parece que esta terminado y bueno eso se imprime, pero todo lleva un trabajo bastante arduo hasta el trabajo final”.
Por su parte, el imprentero creativo relató: “Jorge es un caso particular. Me viene a ver como tantos otros escritores y me tira dos o tres frases como -Mirá yo quiero vivir de la literatura”. A lo que responde: -Bueno si vos querés vivir de la literatura está bien, me parece bárbaro. “Y así fue que vino con “Sarita” y lo imprimimos, pero resulta que al poco tiempo volvió. ¡A la pucha, que pasa?! Detrás de “Sarita” vino “Che mitaí” y después “Andresito y la Melchora””.
“La verdad es que estamos enfrente de un hacedor, un ejemplo de gente que dice -¿por qué no, qué me impide hacerlo?. Nosotros podemos hacerlo. Hay gente que dice no, la gente no lee y otras estupideces más, pero podemos.”, dijo.
“Creo que Jorge es un ejemplo de que se puede, y además reúne otras condiciones: hace el libro, barre, hace el café, prepara la notita, hace todo el circuito, hace la promoción. Nos invita en cada libro a creer que se puede, que nosotros podemos. Nos está diciendo que somos capaces”, finalizó.

(*) Jorge Luis Lavalle

Nació en Gobernador Virasoro, Corrientes en el año 1968, reside en Misiones desde su infancia. Es Ingeniero Agrónomo, estudiante de Comunicación Social y escritor de poesía, cuentos, artículos periodísticos, novelas y obras de teatro.Libros publicados: Historias de Posadas (cuentos), Extrañezas (poesía), Sarita, una historia posadeña (novela), 78 el otro mundial (cuentos) y Che mitaí (novela)Obras de teatro estrenadas: Almacén Villa Sarita, El lirio blanco, Las vueltas de la vida, En el medio.

Entre aplausos y homenajes

María Victoria González Alderete

En el mes de septiembre en la ciudad de Posadas se realizó el XX Festival Provincial de Teatro. Este año participaron aproximadamente diez obras, de las cuales quedaron seleccionadas tres, entre ellas “Trátala con Cariño”, la cual va al Regional de Teatro sólo a modo de participación y no a competir.
Algunos de los requisitos para participar en el Festival fueron que el elenco esté compuesto el 40% por artistas de la provincia; o si hay actores invitados, no deben superar el 20%. Otro requisito es que por lo menos se hagan determinada cantidad de presentaciones antes del Festival, por ejemplo 8, como este año. Los grupos seleccionados tienen estadía paga durante la duración del evento, además de que cuentan con seminarios de iluminación y dramaturgia a los que pueden asistir
Uno de los grupos de teatro que participó fue “Marechal” con la obra “Trátala con Cariño”, dirigida por Silvia González. Es la segunda vez que este grupo se suma al festival, y la primera que es seleccionado para representar a la provincia de Misiones, en el marco del Festival Regional de Teatro 2008.“Creo que no hubo mayores inconvenientes respecto a la organización… en verdad éste fue un año muy especial, porque un día antes de comenzar el Festival, falleció un querido actor y director de teatro, Rulo Fernández, era muy querido por la gente que lo conoció y muy respetado por su trayectoria, como por la calidad de lo que hacía. En su reconocimiento, todos los actores, de todos los elencos hemos dedicado el Festival a él. Hubo palabras muy emotivas, o "silenciosos" aplausos por su partida… el ambiente se tornó muy ameno, no existió competencia alguna entre los elencos”, contó Alejandra Baher, actriz de la obra “Trátala con Cariño”, que además obtuvo una mención especial como mejor actriz.

Centro del Des-Conocimiento

María Itatí Rodríguez
José Oliveira
En los últimos tiempos los medios de comunicación y el Gobierno promocionan al novísimo Centro del Conocimiento como un espacio que se dice público, gratuito y libre, abierto a todos los misioneros en general, y al resto del país y del Mundo para que sepan que Misiones también tiene grandes espacios para el arte, y la cultura. Lo que parece que se olvidaron de pensar es el significado de lo que es un espacio público.
El sábado pasado, 8 de noviembre, fuimos a conocer el Centro de Conocimiento. Un viaje que veníamos postergando hace algunas semanas ya que sábados anteriores a esta fecha, el clima impidió que pudiéramos ir. Así que sacrificamos la siesta y tomamos “el 28”. Llegamos a eso de las 16:30, entramos, nos atendieron con respeto, y nos dieron folletos y revistas sobre las obras y muestras que habían en el lugar ese día. Empezamos a recorrer las instalaciones (y la verdad, es impresionante lo “moderno” del lugar para Posadas). Una de las chicas encargadas nos advirtió cordialmente, al ver nuestras cámaras, que no se podían tomar fotografías en el 3er y 4to piso, a lo que nosotros respetuosamente las guardamos. En el 3er piso había una exposición de pinturas y demás curiosidades sobre Carlos Gardel, muy interesante, y en el 4to piso había una exposición de pinturas de Berni y Grela. Al terminar de ver las exposiciones, y después de recorrer todo el lugar por dentro, desde el 5to piso a la planta baja, decidimos ir a recorrer afuera: era un lindo día y habíamos llevado tereré.
Fuera de las instalaciones del Centro de Conocimientos, a eso de las 17:45hs. nos acercamos al tramo que separa este edificio del Centro de Convenciones. Nos sentamos donde pudimos, a la sombra, (ya que en TODO el lugar no hay bancos ni nada que se le parezca), sacamos algunas fotos (a los edificios, la laguna, las casas que se divisan a lo lejos, el cielo despejado, una canchita de futbol donde se disputaba una partido, etc., etc.) y tomamos unos tererés de agua (agua extraída del baño de hombres del Centro de Convenciones) para calmar el intenso calor del día.
A las 18 horas había un recital de guitarras al que concurrimos, se presentaban según el folleto que nos entregaron al llegar, alumnos de la Escuela Superior de Música de Posadas. El espectáculo estuvo bueno, presentaron temas líricos, clásicos y alguna que otra expresión musical del folklore Argentino. (Remarcamos el tema de las HORAS para que se tenga en cuenta el tiempo que estuvimos dentro del predio).
El sol empezaba a caer, los relojes daban las 19:30 de la tarde. Quizás era hora de volver, pero lo “moderno”, “elegante”, y “cultural” del lugar nos llevó a que nos quedáramos un rato más. Fuimos hasta la “famosa” fuente del Centro de Conocimientos. Faltaban algunos minutos para las 20, nos pareció buena idea ir a ver “El Principito”, obra que también invitaba a ver el folleto. Hace algunas semanas venimos investigando y recolectando información sobre las salas y obras de teatro de la ciudad, y creímos interesante ver algunas de las ofertas teatrales que tiene el Centro del Conocimiento, al ser éste tan nombrado por otras salas independientes antes analizadas.
Como la obra se demoraba en comenzar, decidimos irnos. Pero antes de tomar de nuevo “el 28” regresamos a la fuente para sacar las últimas fotos, esta vez con los efectos del color en los chorros de agua.
- “¡Que lugar increíble, pensamos, tan “moderno” y al alcance del público totalmente gratis!”.
En ese momento, con cámara en mano, se acercaron tres policías, los agentes Roman S, Montenegro R. J, y Brites J. L, además del que se hizo llamar jefe de seguridad del Centro del Conocimiento, Roberto González, quien no tenía ningún tipo de identificación ni quiso presentarla. Estos cuatro sujetos nos rodearon, con actitud respetuosa pero intimidante. Más intimidante que respetuosa. Y empezaron a hacernos algunas preguntas a las cuales denominaron “DE RUTINA”: ¿Qué vinieron a hacer acá? ¿Por qué anduvieron dando vueltas tanto tiempo? ¿De dónde son? ¿Tiene identificación?
Luego de este “interrogatorio”, se nos pidió que mostremos lo que teníamos en nuestras mochilas. Sin ningún tipo de problemas y frente a toda la gente que estaba en el lugar se nos trató como “posibles delincuentes”. Nos pidieron la dirección de cada uno por si en el futuro “pasa algo en el Centro del Conocimiento”, textuales palabras del Jefe de Seguridad del lugar. Sorprendidos, le preguntamos si había algún problema con nosotros en particular. El encargado de seguridad, nos repitió que era “de rutina”, nada más. Les mostramos lo que teníamos en nuestros bolsos, tal vez esperaban encontrar algún cuadro de los que se exponían en el lugar, pero lo único que había eran los folletos y revistas que nos habían dado al llegar al Centro del Conocimiento, además de un inofensivo termolar con agua, y nuestras cámaras fotográficas. Al no encontrar nada, los oficiales se fueron alejando, y la única “disculpa” que recibimos de su parte fue una frase del encargado de seguridad:
- Pasa que ustedes estuvieron mucho tiempo acá…
Las ultimas palabras del señor González no sonaron tanto como a disculpa, sino más a un ESCUPITAJO en la cara. AVERGONZADOS, CALUMNIADOS, cansados, nos fuimos.
A lo que queremos llegar es que este espacio, que como remarcamos al inicio, que se pretende libre, público, no es un lugar para quedarse más tiempo de lo “correcto”, para no quedarse “mucho tiempo”. Pero ¿cuánto es mucho tiempo? ¿Cuánto tiempo será el adecuado?
Un lugar que se pretende público y donde cuatro “agentes de seguridad” pueden revisar tus pertenencias sin ningún tipo de testigo legal: toca tus cosas, te expone a una “vergüenza pública” sin más justificación que la de: “porque estuvieron mucho tiempo en el lugar”. Nadie nos anticipó el tiempo que debíamos permanecer en el predio, nadie nos dijo que no podíamos sacar fotos del paisaje, y nadie nos avisó que por esto iban a tratarnos como “posibles delincuentes”.
Sabemos que estas cuatro personas recién mencionadas no son más que muñecos de un juego en el cual sólo obedecen órdenes. Lo que está en juego obviamente es más grande que el mal momento que nos hicieron pasar: reglas de horarios, reglas de permanencia, reglas de selección social.
- “Las cámaras de seguridad los vieron en muchos lugares toda la tarde”, nos dijo el jefe de seguridad.
Nos preguntamos, ¿y las cámaras de seguridad no mostraron que solamente estábamos sacando fotos, y mirando las muestras?
¿Cómo piensan desde estas instituciones un espacio público, y más este que se tilda de ser un Centro del Conocimiento? Un espacio público en el cual no sentarse, descansar, observar, preguntar, reflexionar, ¡conocer! Un espacio público que te cierra las puertas y te prejuzga por llegar en colectivo y no en una cuatro por cuatro. Un espacio público… un centro para el conocimiento que pareciera darte lo que tiene por pequeñas muestras en tiempos fríamente medidos, y que si para ellos los “excedes” tienen el derecho a pisotear tu imagen pública.
Un espacio gratuito, público, libre… pero por un ratito, y si llegas en cuatro por cuatro mejor. Un espacio para el conocimiento pero un conocimiento de paso, rápido, sin pensar, para dar solamente un vistazo sin que tener tiempo para reflexionar, y que además pareciera sugerirte que no te quedarás, y como en nuestro caso, que sugiere que tampoco quiere que regreses.

De costumbres litoraleñas

Gabriela Smiguel
Juan Carlos Argüello


Las noches dejaron de tener esplendor durante un par de años. Pero ahora se quiere recuperar la mística de esas noches. El Festival Nacional de la Música del Litoral que nació en 1963 por iniciativa de un grupo de músicos e intérpretes misioneros, promete tener este año algo de aquellas noches de gloria.
El escenario "Alcibíades Alarcón" del Anfiteatro "Manuel Antonio Ramírez" de Posadas, fue la catapulta de ahora consagrados como Luis Landriscina, Los Hermanos Cuestas, la inolvidable María Helena, Jorge Cafrune, Horacio Guaraní, entre otros.
Este año, el Festival Nacional de la Música del Litoral apuntará también a la producción musical regional, con una noche del Mercosur
Daniel Solís fue uno de los primeros organizadores del Festival y recuerda cómo se hizo el inicial, con más ganas que dinero. Nació emparentado con el de Cosquín, Córdoba, donde Solís estudiaba odontología. O mejor dicho, de la frustración de la delegación misionera que participó allí por primera vez y ni siquiera recibió una mención.
Al regreso, con “la bronca, una palabra trajo a la otra y se fue hilvanando la charla, soltando cada uno ese estado de ánimo compartido, de pronto alguien deslizó la idea de hacer un Festival en Posadas que honrara y defendiera nuestro folklore regional, nuestra música, nuestras danzas en una palabra nuestras costumbres litoraleñas”, recuerda Solís.
“No hizo falta mucho análisis, toda la delegación estuvo de acuerdo con la inquietud comprometiéndonos a hacer lo que estuviera al alcance de cada uno para conseguir materializarlo ... si hasta el lugar teníamos: el Anfiteatro “Manuel Antonio Ramírez” recientemente inaugurado”.
“El más entusiasmado era Adhemar Galli, cuando arribamos a Posadas elevó un informe detallando lo acontecido y manifestando la idea de realizar un Festival que defendiera y proyectara nacional e internacionalmente la producción de las provincias del litoral en lo referente al folklore y/o proyección folklórica, en todas sus disciplinas artísticas”.
Comenzó así el trabajo de concientización de los sectores que de una forma u otra tenían que ver con la iniciativa.
Se convocó a una reunión en el Palacio del Mate, entre los invitados se puntualizó a las tres Peñas existentes por entonces: “El Lapacho” con su directora Hermelinda “Chiquita” Aranda de Odonetto y Zaida S. de Ciarallo, Peña “Itapúa”, a cargo de Gurí Sánchez y Armando Atienza y “El Ceibo”, de Maria Elisa Smith y un grupo de jóvenes entusiastas.
La primera reunión fue presidida por Lucas Braulio Areco, quien explicó los motivos de la convocatoria, fijó su postura, se intercambiaron ideas y opiniones estableciéndose una nueva reunión a fin de elegir la Comisión Directiva que orientara las tareas a desarrollar a fin de preparar al pueblo de Misiones y especialmente a la ciudad de Posadas para el Festival, tratando de lograr una convocatoria masiva.
Una de las pretensiones más grandes –idea de Areco – era que todo aquel que sintiera alguna disciplina del arte estuviera participando del acontecimiento, en especial los músicos, fue aceptada unánimemente.
Dentro de las actividades se llevó a cabo un Concurso de Canto, Danzas y Ejecución de Instrumentos que tuvo gran trascendencia especialmente entre los estudiantes, surgiendo potenciales promesas como Jorge Cardozo en guitarra, Susi Galli solista de canto, Pamela Couette solista de canto, Conjunto Vocal “Los Estudiantes” integrado por los hermanos Mottola y un amigo. Cada representante escolar tenía su hinchada y la competencia fue un sano enfrentamiento en cada presentación.
“Era deseo que participaran también artistas nacionales de primer nivel, así que con Ramón Ayala volvimos a partir rumbo a Buenos Aires. Las charlas iniciales con los artistas nacionales no fueron fáciles, tímidamente expusimos nuestra idea y nuestra realidad financiera: los queríamos en el Festival pero sólo podíamos ofrecer pasajes y estadías, de los cachets ni para hablar”, rememora Solís.
Como ejemplo mencionó el caso de la entrevista con el Sr. López, esposo de la cantante Ramona Galarza y Gerente del sello de discos Odeón, quien oficiaba de representante de la misma. Sus palabras fueron claras: su señora no actuaba si antes no cobraba sus honorarios que eran bastante elevados.
“No así Ernesto Montiel que pidió se le consiguiera amenizar un par de bailes para solventar a sus músicos. Pocos días antes del inicio de la fiesta nos comentaron que Don Tránsito Cocomarola estaba interesado en participar pero lo detenía el costo del traslado hasta Posadas. Fue entonces que Lucas Areco me sugirió que viajara hasta la ciudad de Corrientes a conversar personalmente con el músico, y sin hacerme rogar fui. En la casa de Don Tránsito sostuvimos una amena conversación. Él escuchaba entre curioso y sorprendido cómo nos habíamos atrevido a la aventura de semejante festival, invitando a artistas que vivían de sus actuaciones ofreciendo solamente estadía y pasajes. Sin emitir opinión alguna, Cocomarola acotó que hablaría con sus músicos y nos haría saber su decisión, sinceramente pensé que era un “no” diplomático. Entonces se me ocurrió una alocada idea, sabiendo de una fuerte enemistad entre Don Tránsito y Ernesto Montiel, comenté como al pasar que era intención de la Comisión homenajear a los pilares del chamamé, que Montiel ya había confirmado su presencia, que Isaco Abitbol, residiendo en Posadas por esos años- también pasaría por el escenario y que sólo faltaba su conjunto y él. Yo seguía abundando desesperadamente en lo importante de agradecer públicamente a los pioneros de la música litoraleña, cuando el cantor del conjunto que estaba presente se acercó y le dijo :”... Don Coco creo que usted no debería estar ausente en este evento y me parece que los muchachos estarán contentos de participar...”
El dinero era tan poco que Solís, ya sobre el festival, hospedó en su casa a Ernesto Montiel y a su esposa Juana, al dúo de canto y guitarra formado por Cacho Saucedo y Lucas Falcón. “Blasito Martínez Riera y su bandoneón, como correspondía se alojó en casa de sus padres que vivían a pocas cuadras de la mía”.
La monotonía del barrio se vio mágicamente rota todas las tardes cuando el conjunto ensayaba unas dos horas a la vista, encantada, de los vecinos que se arremolinaban en la vereda para escucharlos.
Una de las imágenes más impactantes que tenía el público, a medida que descendía las gradas del Anfiteatro, era la escenografía.
De fondo una obra maestra del acervo misionero pintada por Juan Carlos Solís y sus alumnos, al frente un Mangrullo y una Torre, ambas de madera, con los Escudos de las provincias participantes pintados, unidos por un arco también en madera, que sostenía parte de la iluminación del escenario.
Conjuntamente con el Festival Artístico se llevó a cabo el Simposio en el Palacio del Mate. Fueron jornadas de estudio y conclusiones relacionadas al folklore del litoral y su proyección nacional.
Ahora, la Municipalidad, los artistas y, se espera, el público, tratarán de recuperar el brillo de otros tiempos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

El Brete, otro barrio echado

Diego Andrusyzyn
Ricardo Lencina

Lo que alguna vez supo ser uno de los barrios ribereños más populosos y tradicionales de la ciudad de Posadas, hoy es un desierto. “El Brete”, con su balneario, sus pescadores, sus costas, su río, lamentablemente, se ha trasformado en una historia del pasado, en una ruina fantasmal arrasada por las máquinas del progreso. Un barrio que, amenazado por las posibles consecuencias del embalse de la Entidad Binacional Yacyretá (E.B.Y.), no pudo escapar al desmantelamiento.
La mayoría de la gente que vivía allí hoy forma parte de la larga lista de relocalizados. Los que aún están en el lugar –y los que ya no también- vienen luchando unidos e incansablemente por justicia: reiteradas veces han marchado hasta el centro de la ciudad para hacer sus reclamos, e incluso estuvieron acampando seis meses en la plaza 9 de Julio, sin ser oídos ni vistos.

La lucha sigue, al igual que las injusticias, y las voces se descomponen pero no cesan

Desde que los vecinos comenzaron a resistir el desalojo, comenzaron las amenazas y las ejecuciones de esas amenazas. Primero les privaron del agua durante días, luego de la luz y ahora también del servicio de transporte público. Como respuesta, desde los primeros días de noviembre del corriente año, los vecinos se agolparon en una de las esquinas del barrio para protestar por tanto maltrato y despojo.
Cuando llegamos al lugar, la protesta se mantenía firme con sus peticiones a pesar de la desolación que los rodeaba. Un neumático quemándose, muchas pancartas que expresaban indignación ante la situación y una bandera argentina sometida por el fuerte viento de la ribera, eran las primeras imágenes de la protesta. Nos acercamos a la gente que se protegía del sol, bajo el único árbol dueño de la única sombra que quedaba en el lugar (porque los árboles también corrieron la misma suerte en aquel paisaje despellejado). Compartimos algunas impresiones con ellos, hasta que un señor nos presentó a Gladis Benítez. Una señora agradable que es vocal de la Asociación Civil Barrio Unido El Brete, integrado por un grupo de vecinos que se organizaron para hacerle frente a la problemática. Ella comenzó hablándonos de la razón matriz del reclamo: “Desde la creación de la represa Yacyretá estamos buscando que nos solucionen los problemas que ésta nos trajo (…) en primer lugar si nos tenemos que ir queremos una relocalización digna y que sea dentro del municipio de la ciudad de Posadas (…)” . Además le escapan al dolor del desarraigo: “(…) no queremos que nos lleven lejos (…) porque todos nosotros tenemos nuestros trabajos acá, los pescadores, los oleros, todos vivimos del río; somos gente que nacimos en el barrio y así nos criamos. (…) También nuestros hijos van a colegios de la ciudad y es difícil cambiarles todo de golpe (…) no quiero irme a los asentamientos porque es un estilo de vida muy distinta, yo no encontraría otro lugar como este, me moriría pero si nos tenemos que ir queremos algo digno (…)”.
Cuando le pedí que nos hable de la impresión que le dejaba ver al barrio devastado nos expresó: “(…) es una amargura total, es difícil que ustedes que no son de acá, entiendan lo que sentimos nosotros y también es difícil para nosotros explicar lo que sentimos; estamos cansados de esta problemática (…)”. Y con mucha impotencia Doña Gladis nos contó lo que piensa que va a pasar con esas tierras, las tierras de ellos: “(…) nosotros creemos que este lugar va a ser un gran negociado, que cuando nosotros nos vayamos, van a transformarlo en un barrio lujoso como hicieron con el resto de la costa (…) por eso luchamos, porque a nosotros nos quieren marginar para poder construir sus restaurantes y casas en nuestro lugar (…) de ser un barrio populoso va a pasar a ser uno para pocos (…)”.
Por último nos habló de las razones por las cuales están protestando desde hace días: “(…) Los de la E.B.Y. de a poco nos fueron intimidando para que dejemos el barrio. Primero nos cortaron el agua, después la luz (tiraban los árboles sobre los cables de luz y teléfono) y ahora el transporte público. (…) prácticamente tenemos todos los servicios públicos bloqueados (…) los que quedamos todavía en el barrio necesitamos del colectivo, para que los chicos vayan a la escuela por ejemplo y no tengan que caminar diez cuadras para tomar uno, con lo peligrosa que está la calle (…) con todo esto queda claro que los intereses de las represas son intereses para pocos (…) y ningún medio de comunicación vino a enterarse de lo que está pasando, estamos marginados de todo (…)”.
La voz de Doña Gladis expresa el sentir de más de 80 familias –algunas aún habitantes del Brete- que están luchando desde hace décadas para ser indemnizadas luego de sufrir tanto perjuicio y de ser predestinados al desarraigo y exclusión. Entre ellos también se hacen oír, hermanadas en la causa, las voces de los vecinos que ya están relocalizados y que además vuelven cuando pueden a su barrio porque se les hace imposible la vida desde “lejos”, sin su río, sin su gente, sin su historia.
Una vez terminada la entrevista cruzamos un par de palabras más con Doña Gladis y nos despedimos de ella. Como gesto de apoyo saludamos en voz alta a todos y les deseamos suerte en su lucha, a lo que uno de ellos nos contestó: “¡Suerte no, JUSTICIA!”

“No se olviden del Hotel de Turismo”



Patricia Serra
Martín Paez
Marcos Magaz

El pasado viernes 31 de octubre sucedió algo que tal vez los peatones posadeños –generalmente bastante ocupados con “lo nuestro”- no estamos acostumbrados a ver: una manifestación que –sin bombos ni platillos- se proponía abrazar simbólicamente al Hotel de Turismo. No eran más de 30 personas las que intentaban manifestarse en contra de la remodelación del Hotel del IPS (Instituto de Previsión Social). No se los veía animados, pero sí comprometidos con la causa.
“Salvar a nuestro Hotel”, decía una señora que intentaba convencer a quien pasase por ese lugar para que se sume a la protesta. Entre los manifestantes se encontraban varios estudiantes de la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica de Santa Fe de nuestra ciudad, todos charlando y viendo de qué manera se podía convocar más gente para una próxima manifestación. No eran más que 15 alumnos pero se los veía realmente preocupados por el proyecto que está llevando adelante el gobierno de la ciudad y Casino Club S.A.
Pablo Sode, estudiante de arquitectura, nos comentaba que todo empezó “cuando vino un arquitecto de Buenos Aires, Sebastián Vila y nos motivó a todos cuando nos contó acerca de la obra, algo que nosotros no conocíamos, que era la importancia de la obra y la relación de la obra con el período arquitectónico que se llama racionalismo y él había hecho un trabajo hace algunos años sobre esta obra justamente, toda la producción de Soto Rivarola y entre ellas estaba el Hotel de Turismo; y nos comentaba que es una de las pocas que se conservan intactas, y justo vino a ver y recorrió Posadas y encontró que la fachada estaba totalmente cerrada, preguntó a todos qué era lo que estaba sucediendo con el edificio y nadie le supo responder, porque no había información sobre la obra. Entonces decidió averiguar, fue a la Municipalidad, fue a todos lados y no le dijeron nada. Ahí fue cunado llamó a la gente de arquitectura y dijo que por ser una Facultad tiene que empezar a tener una opinión pública, tiene que empezar a involucrarse, hacer valer los derechos de los edificios”.
A eso de las 18.30 hs, y viendo que ya no iría más gente a acompañarlos en la protesta, los organizadores de la manifestación -los mismos estudiantes- decidieron realizar el abrazo simbólico durante unos minutos, “Para ver si la gente se concientiza un poquito”, nos comentaba uno de ellos. El abrazo, que no duró más de 5 minutos, terminó con la misma cantidad de gente con la que empezó y sin ningún medio como testigo. “Nadie se interesa, nosotros queremos que los posadeños se den cuenta de lo que están haciendo acá” -nos comentaban Alejandro Guinter y José Kackut, estudiantes de la Facultad- “Da bronca porque el Hotel de Turismo es de todos, y porque es una joya arquitectónica. Nosotros como Facultad lo que queremos es mostrar al resto de los ciudadanos que acá lo que importa es la historia, porque la historia nos ayuda a conocernos a nosotros y a la misma ciudad”.
Luego del abrazo, nos dirigimos al Bar Español para seguir la charla con seis de los chicos –varios de ellos pertenecientes al Centro de Estudiantes- y el arquitecto Carlos Marcial. Una vez allí, les preguntamos por qué están tan interesados por esta causa y qué planes tienen para más adelante.
Sebastián Galarza, presidente del Centro de estudiantes, nos explicó que “además de ser estudiantes de arquitectura, hacer es parte de nuestro compromiso social, este edificio fue hecho por dos arquitectos reconocidos internacionalmente y forma parte del patrimonio cultural e histórico de esta ciudad. Esta obra es un claro manifiesto del desatino de poder e impunidad, de cómo se destruye una obra emblemática: sin planos, sin proyectos, sin que el común de la gente sepa qué se va a hacer, con un montón de irregularidades, no hay ni cartel de obra, no se sabe ni quien es el responsable de esto”.
Por otra parte, Pablo dio su versión de los hechos: “hay una cuestión de fondo que tendrían que sancionar una ley que es acerca de los casinos y para que esto no pase, el dueño de los casinos le dijo que le podía remodelar o reconstruir una obra importante a cambio de que no le aprueben esa ley (…) Al mismo tiempo que Casino Club tiene un contrato con la ciudad por el que debe invertir un porcentaje del dinero recaudado en obras de la ciudad”.
La charla se extendió por más de una hora. Los chicos nos contaron que tienen muchos planes para seguir luchando contra el proyecto: “ya que ir a la facultad no es sólo subir los escalones de una escalera sin mirar alrededor, sin ver el paisaje, lo que pasa en el entorno” –comentaba Emmanuel García, Vicepresidente- “Nuestro compromiso como Centro de Estudiantes y como estudiantes en general, es hacer que la gente piense, que no se calle, que reaccione ante estas cuestiones, que el compromiso no sea solo de palabra”.
Conmueve ver que algunos –aunque sean pocos- se preocupen por la historia y el patrimonio de una ciudad, y más si se trata de jóvenes. Jóvenes que, señalando la vejada estructura verde nos hacen dar cuenta –tal vez demasiado tarde- de algo: el Hotel de Turismo sigue siendo imponente, pero ahora esa imponencia es una estructura vacía rodeada de escombros. El abrazo es fuerte, reclama memoria, pero es aún insuficiente. Los posadeños no parecieran preocuparse mucho por preservar el Hotel, y esto no hace más que quitarle fuerza al abrazo ¿Lo debilitará?

Cultura Brasileña en Posadas

Cristian Espinola
Carola Espinola
Martín Lozina
María José Ayala

Conocer la idiosincrasia de un pueblo, más aún si este es uno con el cual compartimos gran parte de nuestros límites geográficos, aprender de su diversidad, sus exponentes y valores socio-culturales, pareciera ser la intención del proyecto de la Mgter. Ivene Carissini Da Maia y del Departamento de Portugués de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales.
El Centro de Actividades Culturales Brasileñas: CACUBRA de dicha Facultad, cuenta con la activa participación de estudiantes y egresados de la carrera de Profesorado en Portugués. Apunta a abrir un espacio de conocimiento, creación y difusión del arte Brasileño, para acercar a la comunidad de Posadas, y lograr una empatía por esta cultura que es tan diferente y a la vez nos es tan cercana.
Para lograr estos fines se trabaja sobre la promoción y organización de actividades, académicas y socializadoras, basadas en la creatividad y el placer que genera adquirir conocimientos en forma social, compartir con pares interesados en las mismas temáticas, y con metodologías o didácticas no estructuradas como clases formales.
A pesar de su corto tiempo de actividad CACUBRA se ha forjado como un espacio en el cual confluyen actividades culturales destinadas a la difusión de la cultura y la lengua portuguesa a través de diferentes lenguajes. El centro viene organizando de manera dinámica y variada: cursos, seminarios, talleres y jornadas, donde son abordadas temáticas socio-artístico-populares: literatura, música, plástica, artes escénicas, danzas, mitología, costumbres, tradiciones, gastronomía. También la enseñanza del idioma portugués.
Otro de los propósitos de CACUBRA es el de apoyar la organización de eventos culturales en otros ámbitos y de artistas independientes. Así como también, la realización de un trabajo filantrópico socio-comunitario con otras instituciones de la Provincia de Misiones. El primer ejemplo de estas actividades ha sido el trabajo conjunto con Bandas de música y organizaciones de la Localidad para la realización del evento “En busca del golpe Perfecto – Fusionando culturas”.


La Biblioteca Jorge Amado de la Carrera de Portugués conjuntamente con la biblioteca de CACUBRA conforman un importante acervo bibliográfico en portugués que comparten con la comunidad universitaria y el público en general. Todas las personas interesadas pueden acercarse al centro donde tienen la posibilidad de conocer y utilizar la bibliografía, hacer uso del patio de lectura de CACUBRA, compartir el chimarrão literário, el idioma portugués y un cálido ambiente que refleja muchos aspectos de la cultura brasileña.
Es interesante ver la diversidad etarea de los participantes a los diferentes cursos, que dicta el CACUBRA, esto nos lleva a pensar que existe en nuestra comunidad un interés fuerte en conocer y aprender sobre las expresiones artísticas y sociales de la comunidad Brasileña. Si bien es cierto que la mayor parte de los asistentes son jóvenes que están en carreras universitarias, no existe una limitación de edad para asistir a los cursos.
El Centro Cultural Brasileño de la Carrera de Portugués organiza cursos y talleres en diversos horarios:
* Idioma Portugués
* Capoeira
* Danzas brasileñas
* Percusión
* Taller de producción de textos académicos en portugués



Para más datos dirigirse a: Anexo de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM Calle San Lorenzo c/ Mitre, de lunes a jueves de 18 a 22 horas - CACUBRA, planta baja, al fondo - Tel. 03752-434101/Cel. 03752 15503679. Consultas: cacubra@portunam.com.arportuguesunam@yahoo.com.ar