jueves, 30 de octubre de 2008

Vivir juntos sin estar casados

Marcos Magaz
Martín Páez
Patricia Serra

Cada vez es más común que las parejas decidan vivir juntas sin estar casadas, como una prueba de convivencia antes del matrimonio; incluso muchas veces no llegan hasta allí y sólo viven en concubinato. Esta tendencia se acrecienta día a día pero al mismo tiempo está prácticamente desamparada ante la ley, acarreando muchos problemas para los cónyuges y muy pocos beneficios.
Ahora bien ¿qué es el concubinato para la ley? Básicamente nuestra legislación no contempla el concubinato entre sus normas, lo considera como “toda unión del hombre y la mujer sin atribución de legitimidad –unión de hecho- Unión estable en estado conyugal aparente, que tiene posesión de estado y carece de vínculo jurídico.” (FAVIM-Manual de Familia, Pág.9) Si bien produce efectos jurídicos, de ninguna manera puede compararse con el matrimonio en cuanto al reconocimiento de las partes ante la ley.
Dentro del Código Civil, en la parte de Familia, existen algunos artículos que contemplan –y no siempre en beneficio del cónyuge- esta realidad sociocultural, como ejemplo podemos citar el Artículo 26 de la ley 18.038: con respecto a los beneficios provisionales la ley “reconoce el derecho pensionario del supérstite de la unión no matrimonial ,para aquellos que hayan vivido en aparente matrimonio por un periodo mínimo de 5 años o por 2 inmediatos previos al fallecimiento en caso de existir descendientes reconocidos. Si al momento del fallecimiento existiere cónyuge anterior no divorciado, se le reconocerá la mitad junto con el concubino sobreviviente.”
Sin embargo, muchas instituciones han advertido la necesidad de regular la convivencia y proporcionar beneficios a quienes viven en concubinato, es por ello que el INADI (Instituto Nacional Contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo) ha presentado en la provincia de Misiones –ante la inexistencia total de leyes que amparen esta situación—el Proyecto de Ley para Uniones Estables de Pareja incorporando “(…) el concepto de uniones estables de parejas sin distinción de sexo u orientación sexual, porque se trata de una forma de vida que no está institucionalizada ni legislada expresamente en la provincia (…) Esta situación histórica nos está obligando a repensar las diversas concepciones culturales, las costumbres y necesidades propias de una sociedad plural y democrática, a fin de que el derecho, pueda reconocer situaciones de vida que evidentemente provocan efectos jurídicos.” (Fundamentación del proyecto, Pág. 1)
Mariano Antón, Director del INADI en la provincia de Misiones, nos comentaba dentro del marco de la presentación del Proyecto de Ley, que “El INADI entiende que hay un montón de situaciones de hecho de familias que han decidido constituirse en una relación de hecho (…) pero que no han decidido efectuar el contrato civil del matrimonio. Entonces, al tener esta convivencia están limitados en el ejercicio de un montón de derechos como ser la imposibilidad de tomar decisiones dentro del sistema de salud sobre el transplante o no de órganos, tomas de decisiones, obviamente dificultad dentro del sistema provisional, dentro del sistema laboral en cuanto a las licencias por enfermedad o maternidad, al igual que el crédito para la vivienda, o ante entidades bancarias que sólo permiten la administración de un solo recibo de sueldo y no de los dos que componen el núcleo familiar.”
Ahora bien, ¿que ocurre con la diversidad sexual? Lo que venimos contando se agrava aún más al tratarse de parejas del mismo sexo. Hace ya varios años que la comunidad homosexual en Argentina viene luchando para conseguir normativas que los contemplen y los integren al marco jurídico, pero hasta el momento los logros han sido realmente escasos.
Si repasamos los fundamentos del Proyecto de Ley que presentó el INADI, nos encontramos con realmente muy pocas reglamentaciones que contemplan las uniones civiles homosexuales: las hay únicamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en Río Negro y en la Carta Orgánica de Villa Carlos Paz.
En Misiones, por otro lado, no existe ninguna normativa. Y esto genera una contradicción elocuente que queda plasmada en el texto con los fundamentos que señalábamos recién: “Las uniones estables de parejas formadas por personas capaces del mismo sexo que convivan maritalmente configuran una nueva categoría social que no puede ser discriminada o marginada debido a prejuicios, por un Estado que se concibe democrático, pluralista y respetuoso de la dignidad humana. (...) En una sociedad con prejuicios y llena de preconceptos, DISCRIMINANDO POR OMISION se vulnera la integridad misma de los seres humanos que son desplazados del sistema por prejuicios infundados.”
La situación es clara, nuestra provincia aún no ha avanzado hacia la aceptación de la diversidad sexual. ¿Cómo hablar de democracia, entonces, si nuestras normas jurídicas excluyen a un sector social? ¿Cómo pedirle al conjunto social respeto por el otro si desde la propia legislación se discrimina?
Por lo tanto, el panorama no pareciera ser el más propicio. Y esto lo sabe Antón, quien sostuvo que “nos queda a nosotros como INADI empezar a gestionar los contactos con los diputados que sabemos que tienen una sensibilidad de aceptación con el tema porque obviamente que es muy comprometido. Hay diputados que nos han manifestado su apoyo en privado pero no lo quieren hacer público, eso es parte de la realidad...”
Y mientras tanto, las uniones civiles de hétero y homosexuales permanecen en una realidad fáctica ajena a los beneficios legales, excluidas del corpus normativo que configura la conformación del Estado. Como si en Argentina, es evidente, hubiera que pensarlo dos veces antes de no elegir el matrimonio.

VIAJAR PARA UN DISCAPACITADO ES UN CAOS

Problemática entre los Derechos del discapacitado y los intereses empresariales de los transportes de media distancia en la Provincia de Misiones

María Florencia Fleitas
Lucila, Somariva
Hultgren, Noelia
Pamela, Ayala


“Artículo 1° de la Ley 22.431, conforme redacción dispuesta por la Ley 24.314: Las empresas de transporte colectivo terrestre sometidas al contralor de autoridad nacional deberán transportar gratuitamente a las personas con discapacidad en el trayecto que medie entre el domicilio de las mismas y cualquier destino al que deban concurrir por razones familiares, asistenciales, educacionales, laborales o de cualquier otra índole que tiendan a favorecer su plena integración social…”
A pesar de lo que dicta esta Ley en cuanto a la defensa de los Derechos del Discapacitado, en la actualidad, esto no se cumple, ya que viajar por la Provincia de Misiones, es un caos para una persona con capacidades diferentes, y este es uno de lo hechos, que muchas veces, la sociedad no conoce o trata de ignorar.
Es por esta situación que el día martes 7 de Octubre, se llevó a cabo una reunión en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) para tratar esta problemática. En la sede de la institución, ubicada por la calle Colón al 2368, se reunieron: el responsable de la Delegación Misiones del INADI, Dr. Mariano Anton; el apoderado legal de la Cámara de Empresas de Transportes de la Provincia de Misiones (CAETM), Dr. Manuel Homero Dos Santos y el Titular de la línea Oro Verde, Sr. Juan Obermann.
En primera instancia, tomó la palabra el Dr. Anton exponiendo la quejas de la comunidad con respecto a la problemática de los discapacitados al momento de viajar en los ómnibus de media distancia (por toda la Provincia de Misiones), principalmente porque en la actualidad existen 4 (cuatro) carnets que –supuestamente- permiten a los discapacitados viajar y ninguno de los mismos, según las denuncias, son aceptados por las empresas de transporte.
Inmediatamente el Dr. Dos Santos afirmó que frecuentemente se realizan abusos con el ejercer de este derecho y en consecuencia se están buscando formas y estrategias mediante la conformación de una Mesa de Otorgamiento con los representantes de la Cámara de Empresas de Transporte y el Estado para otorgar los carnets correspondientes que posibiliten al discapacitado viajar sin inconvenientes.
El Dr. Anton insistió con la problemática actual por la cual devienen las quejas, “la gente se presenta exclamando su oposición contra la selección jerárquica que realizan las empresas, ya que muy pocas veces son aceptados los carnets en cuestión, el INADI pelea contra las arbitrariedades”.
Al tornarse tensa la situación, los empresarios comentaron que era la primera vez que participaban en una reunión para tratar el tema antes mencionado, ya que las instituciones que otorgan los carnets no incluyen la participación de la Cámara de Transportes y por ende derivan los conflictos, por ello solicitaron la conformación de una comitiva que regularice la situación. Agregaron también que su prioridad ante todo es “DEFENDER SU PATRIMONIO”. Entonces se volvió evidente la dicotomía presente entre la defensa del Derecho del discapacitado a viajar gratuita y libremente por el territorio provincial y la defensa de los Intereses Empresariales y Comerciales que manifestaron los empresarios presentes.
Prosiguió la reunión el Dr. Anton, exponiendo algunas Actas presentadas por los afectados en el conflicto; en las mismas se explicitaban casos como el de una madre con sus dos hijas discapacitadas que, a pesar de haber presentado los 4 carnets requeridos, no logró que las niñas pudieran abordar el transporte para trasladarse al interior de la Provincia. Otro caso estremecedor ocurrió en el mes de Febrero de 2008 cuando un chiquito no vidente que viajaba a la localidad de Eldorado fue dejado en Candelaria por no tener en condiciones su carnet de discapacitado.
El Dr. Dos Santos, luego de escuchar atentamente la lectura de las actas, aclaró que si bien los casos son lamentables e inadmisibles, los empresarios –incluyendo a su persona- “siempre están a la defensiva” y no tienen la obligación de cumplir con lo que pauta la Ley Nacional Nº 22.431 ya que la Provincia de Misiones aún no está adherida a la misma, por ello solicitaron llegar a un acuerdo con las partes intervinientes para solucionar la problemática y satisfacer ambos intereses.
Seguidamente el Dr. Anton se comprometió con entusiasmo a convocar -como representante del INADI en Misiones- a una participación masiva en el acuerdo de la temática y solicitar a las entidades encargadas de otorgar los carnets, mayor participación de la Cámara de Transportes y de los empresarios, pero con el compromiso de que por otro lado las empresas de ómnibus vinculadas a la Cámara de Transportes lleguen a una acuerdo en cuanto a la aceptación de un solo carnet identificatorio y así evitar la excesiva burocracia denunciada.
Queda claro que en el medio de estos debates, de las discusiones generadas, de los acuerdos a largo plazo y demás, se encuentra la persona discapacitada a la espera de una resolución favorable que garantice el cumplimiento de sus Derechos; mientras tanto tiene que pasar por situaciones lamentables que no caben en el imaginario del empresario preocupado por defender su patrimonio ni en el de la autoridad gubernamental preocupada por construir una calle más en la ciudad.

martes, 28 de octubre de 2008

Posadas también hace esténciles

Carola Espinola
Cristian Espinola
María José Ayala

En la ciudad de Posadas muchos utilizan la técnica del esténcil como medio de expresión callejera. Pintadas, frases, imágenes, se mezclan en las calles, y escenifican lo que piensan los jóvenes, y no tan jóvenes de la ciudad.
¿Dónde están? ¿Quiénes son los que lo hacen?... Preguntas que surgen al mirar estas formas de expresión, denominadas “arte callejero”, que muchas veces ponen de manifiesto la característica ilegal de este método comunicativo, considerado vandálico por el orden social establecido. Es elegido justamente por ello.

“El origen de los –stencils- tiene mucho que ver con las calles de París, donde a mediados de los años 80 los alrededores del centro Georges Pompidou se convirtieron en un verdadero museo lleno de pantillazos y que sirvieron de ejemplo para el resto del mundo. Allí se demostró que el de las plantillas es el arte de la reiteración. De repetir hasta dar con la clave de la interpretación de lo que se quiere comunicar. De utilizar los cánones publicitarios y reírse de ellos. De absorber sus métodos y amplificarlos hasta conseguir en la calle lo que los publicistas no pueden con campañas millonarias en los medios de comunicación. Darse a conocer. Mostrar la marca. Expresar una idea. Jugar con el sistema”. (www.pipasdecoco.wordpress.com/2008/02/28/stencils-el-origen-de-los-plantillazos)
A pesar de su anonimato, algunos grupos se dan a conocer bajo pseudónimos o con nombres ficticios; un ejemplo de ellos en Posadas (Misiones) es D.E.M. Y además este grupo de chicos fue más allá y extendió su ideología en un Fanzine elaborado con fotocopias y collages: “D.E.M. zine”, donde aclaraban su forma de pensar.
Volviendo a los esténciles, podemos citar varios ejemplos:
“Yo apoyo al campo”, utiliza la frase “cliché” del conflicto del campo para referirse al consumo de alucinógenos naturales que fácilmente se encuentran en nuestra zona, el más conocido es el Cucumelo y otras especies de hongos.
Otro Esténcil que en reiteradas paredes aparece es: “hijo nuestro perdido en el río”, traslada el caso de los chicos que se habían perdido en un accidente en el Río Paraná, de los cuales sólo hallaron a uno.
“Sed, quiero tu agua” en el que se puede observar al personaje norteamericano “Tío Sam”, de una publicidad que utilizaban para convocar a los jóvenes estadounidenses para unirse al ejército (“I want you for U.S Army”). En este caso, usando esa misma imagen para representar la “lucha” del capitalismo por el agua, y promocionar el documental que se expuso en la “Mexicana” (bar de la localidad Misionera).
“No a Corpus” expresa una posición de la sociedad misionera, en contra de la construcción de esta represa hidroeléctrica.
Los esténciles muestran generalmente una problemática zonal, que encuentra un hueco de salida en las paredes del espacio cotidiano, ironizan muchas veces sobre la misma, buscando un efecto respuesta en el público que está absorto en su cotidianeidad, con preguntas o frases negativas que llevan a una libre interpretación al que observa.
En nuestra ciudad, pueden verse esténciles, no en grandes cantidades pero sí en algunas calles del centro como también en los barrios; por ejemplo sobre las calles Belgrano, Catamarca, Colón (a unas cuadras del “Posadas Plaza Shopping”), Santa Fe y Buenos Aires. Entre Francisco de Haro y Pedro Méndez, etc.
Los grupos utilizan espacios comunes, donde circule gente que pueda ver sus pequeñas obras y así expresar sus ideas con respecto a las problemáticas que se dan en la sociedad.
“El esténcil no es un arte, es una técnica. Y como tal, herramienta al servicio de múltiples propuestas y mensajes de artesanos, artistas y militantes con distintas propuestas y objetivos” afirma en “1000 Stencil” Guido Indij, (aunque bien se sabe que esta forma de expresión, ya es considerada desde hace un tiempo como arte callejero y hoy en día se exponen muestras de artistas “estencileros” en Grandes Museos de Arte como en San Pablo, Nueva York y grandes metrópolis).

No es sólo un dibujo con carga informativa o que expresa una disconformidad con respecto a algún tema. También, en la actualidad, esta técnica comenzó a ser utilizada para publicidad y difusión de algún evento o producto. Debido a que es un método barato, fácil y rápido de realizar, y sólo requiere de una plantilla y un aerosol, no necesita papeles, pegamento y demás “gastos”.
Para ver más imágenes de esténciles de la ciudad de Posadas Misiones, visitá:
http://www.youtube.com/watch?v=PAji38tbtv0. Un video realizado por alumnos de la “Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales” de la UNaM. O ingresá a http://www.aerosoles-anónimos.blogspot.com/, para seguir leyendo sobre el tema.

La chica de las mil rosas

Gabriela Smiguel
Juan Carlos Argüello

Su vida no es color de rosas. Está marcada por sus espinas. Ast tiene 17 años y hace lo mismo desde que tiene memoria, las noches posadeñas la cobijan como una de sus habitantes. Vende rosas en el centro desde que tiene memoria en una tradición familiar que no se rompe: lo hicieron su abuela; su madre, que cuidaba autos pero que ya no sale a la calle por una enfermedad, su hermano mayor y ahora su hermano pequeño, de apenas ocho años.
Ast es sinónimo de chicos de la calle. Los habitantes de la noche la conocen, la saludan, la ayudan o buscan aprovecharse de ella. Ella misma es testigo de la película nocturna de la ciudad, a veces drama, a veces romance.
En todo este tiempo, la acción social le pasó por al lado. “A veces el Ministerio –llamado ahora de Desarrollo Social- nos da mercaderías, pero nunca nos dieron plata”, jura Ast, cobijada del viento en el portal de uno de los más lujosos restaurantes céntricos.
Según las estadísticas oficiales, Ast es una de los 400 chicos que pululan por las calles posadeñas en busca de sustento. Pero sólo es parte de una estadística. Las políticas de Gobierno, que paradójicamente tienen como bandera la asistencia social, poco y nada hacen para sacarlos de las calles y lograr que se cumplan sus derechos elementales. No es precisamente por falta de recursos. En los últimos años el presupuesto del Bienestar Social creció 149,83 por ciento a valores reales desde 2000 y el año que viene contará con 663 millones de pesos… pero el ejército de asistentes sociales, abogados y funcionarios, de cinco gobiernos refleja su fracaso en Ast. Es cierto que el trabajo de los menores es también un problema cultural, en el que las familias que empujan a sus hijos a buscar dinero de la compasión y la limosna. Sin embargo, las políticas para erradicar este flagelo chocan con su ineficacia al ser parciales y no tomadas como un todo. No se sostienen en el tiempo y apuntan más al asistencialismo –como consecuencia- y no a la raíz del problema que son la pobreza y la falta de educación. El año pasado se lanzó el plan moneda cero, para evitar que se dé limosnas a los chicos de la calle y así obligar a sus padres a buscar otro camino para conseguir dinero. Si bien se reconoce la “solidaridad” de la población, se pide que esa moneda que no se entrega a los niños, vaya a instituciones civiles responsables de trabajar en la problemática, “así se aporta a la disminución de la permanencia de los niños en la calle”. Evidentemente, han fallado.
En apenas un puñado de casos se logró sacar a algunos chicos de la calle. Los que tuvieron mejor suerte, estudian carreras universitarias, otros terminaron la secundaria y trabajan. Los de menos fortuna, cayeron en adicciones, están presos por robo o murieron.
Ast no se amilana pese a lo vivido. No sólo el frío o la lluvia curtieron su andar. Su padre la abandonó cuando era pequeña. Fue tres veces abusada, la primera en el seno familiar, por su tío, la segunda y tercera por otros habitantes de la noche que se escurrieron en la oscuridad. “Me agarraron y no podía correr. Me llevaron a un descampado. Ahora tengo miedo. Pero me cuido más, me quedo en un solo lugar. Algunos me respetan y otros no tanto, me dicen cosas feas”, expresa.
Con una actitud a prueba de golpes, es una de las líderes de la empresa que acometen otros iguales. En el reparto, su cuota de poder en la noche es importante: los chicos que quieren trabajar donde ella deben rendir un tributo.
Durante casi seis mil noches, Ast vendió 100 mil rosas, a un promedio de cinco pesos actuales. Recaudó casi medio millón de pesos en 17 años, pero apenas le alcanza para imaginar una mejor vida. Sus sueños tienen a los niños como protagonistas. El primero es terminar la secundaria –cursa octavo del Polimodal en momentos en que debería estar recibiéndose- y ser maestra jardinera. El segundo, armado con retazos de amor de los miles de románticos a los que vendió sus rosas, es encontrar un compañero y tener muchos hijos a quienes quiere lejos de las calles. El tercero, con un dejo de emoción que conmueve, la pinta de cuerpo y alma. “Con mi compañero, voy a poner un hogar para los chicos”.

domingo, 26 de octubre de 2008

Los mesiteros y la apropiación del espacio público

Daiana Bárbaro
Analía Díaz
Sara Ingrid Escobar
Gabriel Leguiza

Al caminar por las veredas del microcentro posadeño nos encontramos en muchas de las veredas lo que comúnmente se denomina “mesiteros” o “placeros”. Son vendedores que disponen sus productos sobre improvisadas mesas, otros sobre mantas en el piso y otros en canastos.
Estos trabajadores, que no son ambulantes, porque siempre se los encuentra en el mismo lugar, ofrecen a los transeúntes una cantidad enorme e inimaginable de productos, que van desde frutas, verduras, yuyos, remedios, naipes, ropa interior, vestimenta, películas en DVD, accesorios, relojes, bijouterie, zapatillas, hasta algunos artefactos electrónicos como pequeñas radios, despertadores, juegos, etc.
Los lugares que son apropiados por los mesiteros son los que se emplazan cerca de los grandes supermercados, paradas de colectivos, tiendas de ropa, farmacias, restaurantes y panaderías del microcentro, por nombrar los más comunes.
Entendemos por “apropiación de un espacio público” la permanencia física en un lugar y por un tiempo prolongado en el cual la persona fija como hábito la concurrencia permanente al lugar por considerarlo estratégico a partir de una serie de intereses.
En las declaraciones obtenidas rescatamos una frase común entre los mesiteros entrevistados: “Este lugar me pertenece”, la cual está cargada de significación y responde a dos razones: la primera de ellas tiene que ver con el tiempo que llevan ocupando ese espacio (la mayoría más de 15 años) y la segundo es el permiso de ocupación que obtienen de la Municipalidad de la ciudad de Posadas.
Al hablar del espacio público y de su apropiación es inevitable dejar de lado la cuestión de la remodelación de determinados espacios del microcentro posadeño que cargan consigo la “impronta progresista”, dentro de la cual los mesiteros quedan excluidos y son obligados a trasladarse a otras calles.
En los testimonios recogidos notamos que estos vendedores más que trasladados se sienten desplazados y esto se refleja en la siguiente frase: “antes estaba la peatonal, pero la municipalidad me cambió de lugar. El progreso me desplazó”. Ellos nos están diciendo que no se sienten incluidos en los criterios estéticos y estilísticos que propone esta remodalación y sus cambios; sin embargo con su presencia cotidiana, el estar en sus lugares de trabajo todos los días hace que sigan siendo parte de la estética y del escenario urbano cotidiano, y por ende de la cultura e historia de nuestra ciudad.

El Comedor como lugar de encuentro

Leandro Díaz
Anabel Marisol Giménez

El comedor universitario de la UNaM, ubicado en el Boulevard de la avenida Corrientes, brinda sus servicios a estudiantes de las facultades de Humanidades y de Ciencias Exactas; y también concurren algunos estudiantes de la facultad de Ciencias Económicas que viven en los alrededores el mismo.
En aquel lugar se pueden observar los más variados rituales; acciones comunes que se repiten constantemente, en lo cotidiano. Desde la psicología, son acciones que realiza una persona en un contexto dado sin tener otra razón de ser, sino la trama en la que se esté. Rituales que evolucionan día a día, y se inscriben en el imaginario colectivo.
El primer ritual ineludible para todos los beneficiarios del almuerzo es hacer la cola para esperar su turno. Ese turno es para la obtención de un ticket número que sirve como control para el comedor. La cola puede ser larga, y otras corta, pero depende de la concurrencia, algunos hablan de horarios, otros dicen que depende del día, pero todos tienen que esperar su turno. Ir hasta el final de la cola, frenar, y esperar avanzar de a pasos en aquella fila, donde no siempre hay una sola persona, a veces dos y hasta tres.
Hablando con un amigo, con un compañero, concurriendo solo o con alguien, todos se enfilan unos atrás de otros, y así llegan al comedor. No hay posibilidad para no mirar, hablar, tal vez fumar si todavía la cola está afuera. Es sin duda un mundo de rostros. Al llegar a la escalera más ancha, que separa los niveles de suelo, se está cada vez más cerca de tener el número para poder acceder a la bandeja. La última escalera, la más fina, lleva al estudiante a la oficina donde recibe el ticket y número. Todos pasan por allí. Reciben su bandeja, se van y se ubican en algún lugar.
Ya no comen en familia, sino solos, en público sí, pero sino concurren con algún compañero o amigo, comen solos. Y allí se ven con otros pares, personas de su misma edad, tal vez de su misma facultad; es sin duda un lugar de encuentro. Es una nueva experiencia para la mayoría: comer en público, y no en la privacidad privilegiada de sus hogares, con sus respectivas familias. El ritual de concurrir al comedor exige una adaptación de una manera de realizar las cosas: retirar un número, hacer una fila, retirar la bandeja con comida, y, por supuesto, buscar un lugar vacío para sentarse y poder comer. Ya no hay una comida familiar en sus casas, no hay servilletas, sino una bandeja, la comida, unos cubiertos, un pan y una fruta. Todo se ve organizado. Todo preparado para el aluvión de jóvenes que concurren diariamente.
El caso de Humanidades es particular. Pueden concurrir todos los alumnos que tengan la tarjeta/carnet de estudiante. El caso de Exactas es otro. Allí los alumnos tienen 600 becas para concurrir, pero solo el 20% lo hace, según el Secretario General de la Agrupación Franja Morada, que lleva adelante el Centro de Estudiantes de la FCEQyN. En algunos lugares sobra y en otros falta.
El encargado de entregar el ticket, ese hombre de bigotes, canoso y estatura normal que se lo encuentra al final de la última escalera, concluyó en que el comedor es un lugar donde más halla de venir a almorzar, los estudiantes vienen a encontrarse. “Llega un momento que tenemos que cerrar y todavía hay chicos que ya han comido pero se quedan hablando con sus amigos en las mesas. Hacen una sobremesa”, dijo.
Todo puede ocurrir en un lugar donde concurre mucha gente, donde se aglutinan varios rostros, donde todos realizan acciones colectivas inevitables. No es que a alguien nunca se le cayó la bandeja, ni que nadie se halla tropezado en la escalera, ni que nadie hubiera derramado un poco de agua al servirla. Todo puede ocurrir en un lugar donde concurre mucha gente sin embargo el comedor nunca dejará de ser un lugar donde el ritual de “comulgar con otro” no se haga presente.

Espacios de Teatro en Posadas: entrada a “Laberintos”

Camila Oliveira
José Oliveira
Noelia Rinaldi
María Itatí Rodríguez

La Sala Laberintos funciona hace dos años en la ciudad de Posadas. Además de ser un espacio para las obras teatrales, se dictan talleres de teatro para adultos y niños, danzas creativas, y próximamente se darán clases de yoga. “Laberintos” es una de las sedes del Festival Provincial del Teatro y cuenta con una capacidad para 116 espectadores.
Buki Rosa, director de “Laberintos”, nos contó acerca de la sala, sus falencias, particularidades y sobre la relación con otros espacios destinados a la cultura y el arte teatral en la ciudad.
Por una parte, Rosa además de ser el director, es el propietario de “Laberintos”, esto diferencia a esta sala de sus semejantes. Al mismo tiempo, atenúa la dependencia con la Instituto Nacional de Teatro, aunque también como otros locales, la entidad se atrasa en los pagos de los subsidios: “lamentablemente es una institución muy burocrática, creo que le falta organización. Este año me dieron dos subsidios para infraestructura con los cuales pude mejorar la parte de técnica e iluminación, y poner el aire acondicionado central. Me pagaron todo el funcionamiento de la sala adeudado que aproximadamente son $900 por mes”, nos dijo Buki Rosa.
Por otra parte, el director de Laberintos nos comentó que la particularidad de este espacio es -en cuanto a la estructura- el escenario: “es el más grande comparado el resto de las salas independientes”.

Salas de Teatro Independiente vs. Centro del Conocimiento
El Centro del Conocimiento funciona hace algunos meses en las cercanías del Aeropuerto de la ciudad. Este nuevo espacio, generado por el gobierno provincial, ofrece eventos culturales gratuitos y libres a todo público. Buki Rosa nos comentó que desde la apertura del Centro del Conocimiento la gente concurre en menor medida a la sala y agregó: “creo que esto no es una buena señal, a mí de alguna manera me molesta esa gratuidad que está dando el gobierno, está malacostumbrando a que la gente concurra a esos espectáculos de forma gratuita”. Al mismo tiempo, el director de la sala comparó a estos eventos con los planes jefes y jefas de hogar.
De este modo, el Centro del Conocimiento aparece, según Rosa, como una competencia desleal. “El gobierno tiene todos los elementos, los medios para bombardear todo el día para que la gente concurra. Y yo tengo que pagar la luz, un montón de ingresos brutos, y el Gobierno no paga nada. No temo que la gente no concurra más acá, sino que se cree una mala costumbre, y que sea una “cultura dirigida o dirigista”, aseguró el director.
“Cultura de teatro” vs. “Espejos y luces brillantes”
El director de la sala “Laberintos” opinó sobre la “cultura de teatro” en la provincia: “la gente de Misiones en general no quiere ver una obra de teatro que le haga pensar. Acá la gente está más pendiente de lo que pasa en “Bailando por un caño”, y te habla exclusivamente de eso. Entonces es bastante embromado hacer Cultura y Teatro con mayúscula en un medio así”.
También, nos habló de los distintos shows que llegan a la ciudad desde otros puntos del país, especialmente desde Buenos Aires: “algunos espectáculos que vienen son buenos, los otros son todos comerciales, vacíos, enlatados. Claro, la gente concurre porque quiere ver en vivo y en directo al “fulanito”. No está mal entretenerse, mirar, reírse. Pero creo que la gente tiene que concurrir a ver obras que le permitan pensar, recapacitar, sacar lo bueno y lo malo”.
En cuanto a la producción de los espectáculos teatrales, Buki Rosa nos contó que una obra de mínima complejidad lleva en armarse tres o cuatro meses con un trabajo de tres días por semana, además de toda la cuestión técnica de la escenografía, iluminación y vestuario: “la gente no toma en cuenta todo ese sacrificio. Hay algunos que me dicen que cuando van a Buenos Aires van a ver teatro, ¿por qué no viene acá? Estamos acostumbrados a espejitos y luces brillantes.”
Salida de “Laberintos”
Laberintos Teatro es un grupo que se va modificando constantemente “hay gente que se incorpora y otras que van formando otros grupos independientes”, nos comentó Rosa. Al mismo tiempo, ceden el espacio a estos grupos independientes para la producción de sus obras. No se consideran una sala cerrada, “la idea es crear una continuidad de producciones, de espectáculos, de movida”.
Para finalizar, el director de la sala reflexionó sobre lo que para él es lo particular del teatro, nos dijo que en una imagen o en la televisión vos tenés algo frío, que puede ir para atrás, “rebobinarlo”, en cambio en el teatro “lo “pro” es el poder ver la presencia viva del actor que está interpretando” .
Entonces, entrar a “Laberintos” implica sumarse, participar de las propuestas culturales que este sitio ofrece en la ciudad de Posadas. Antes de llegar a la salida de “Laberintos” lo anteceden particularidades, obstáculos, nuevas metas, horizontes, sentidos, y fundamentalmente, arte teatral. De este modo, encontrar y llegar a la salida llevándose siempre algo nuevo: formas de sentir, percibir, apreciar lo que intenta mostrarnos el teatro.

Centro del Conocimiento ¿Encuentro con la Cultura?

Juan Rotela
Mariela Guardado
Daiana Gomez Brauvano
Rebeca Benozio

Con este emprendimiento educativo y turístico funcionando casi en su totalidad nos hemos preguntado muchas cosas, entre ellas una recurrente: ¿Es accesible este espacio para todo los Misioneros? Es una pregunta que nos hicimos en más de una oportunidad ante tan magnífico edificio, ícono de las gestiones renovadoras que se sucedieron en la provincia y dejaron marcada su impronta. Intentar ir hasta el centro de conocimientos un día común tiene sus pormenores que lo hace importante y decidimos contarlo.
Desde las autoridades encargadas de su administración y desde el Ministerio de Educación es un hecho y está claro que el Centro de Conocimiento es un portal de acceso a la cultura de todos los misioneros, independientemente de sus condiciones sociales y económicas salvando todo tipo de distancias. Se argumenta que programas como Conozco Misiones con mi Escuela dan cuenta de ello. ¿Pero es suficiente esto para integrar a los pueblos del interior a este magnifico emprendimiento situado en la Capital Misionera?
Declaraciones de por medio, algo está claro, instalar este espacio como referente cultural llevará tiempo y mucho trabajo por parte de las autoridades encargadas. En primer lugar se deberá disponer de apoyo para que las personas que lo visiten puedan transitar esa impresionante construcción, conocer sus pasillos, sus diferentes salas y hacer uso de ellas para fortalecer el conocimiento y enriquecer su cultura, algo que se busca alentar desde este el Gobierno. Temas referidos al traslado hasta allí, a las afueras de la Ciudad, promociones en las diferentes localidades de la Provincia, sobre todo las zonas de difícil acceso donde las distancias disminuyen el acceso a la información gratuita y diversificada, son necesarias.

A pesar de todas las críticas y adhesiones que día a día logra, esto sigue adelante. El pasado 24 de octubre, tiempo después del comienzo de las actividades en el Centro del Conocimiento se inauguró La Biblioteca Pública de las Misiones, la cual será una “ventana a la información” según declaraciones del Ministro de Educación Provincial Hugo Passalacqua.. Un sector más, dentro del predio, que según fuentes oficiales contará con la tecnología Wi–Fi (nombre que se le da a la tecnología de conectividad inalámbrica para las redes de Internet) en todo el predio, además de contar con enlaces a escuelas de toda la provincia, libros y revistas “parlantes” con sistema braille para ciegos, además de la digitalización del material disponible son algunas de las propuestas…
Otro proyecto que como tal resulta ambicioso y da qué hablar llevando promesas para la inclusión de los sectores más desprotegidos y postergados de la población, quienes tienen escasas o nulas posibilidades de acceso a un libro y mucho menos a las nuevas tecnologías que hoy manejan los flujos de información y dominan el mundo.
De los organismos del gobierno depende que estas nuevas herramientas puedan ser “públicas” y como tal estén al alcance de todo aquel que necesite información y herramientas para proyectar su conocimiento. Debe cumplir con las expectativas prometidas y no ser un espacio sólo para personas que tengan condiciones económicas propicias para acceder a estos espacios. Mas allá de las críticas y diferencias que se escuchan, el futuro de nuestros jóvenes esta aquí. Que funcione en realidad para todos es el anhelo.
El Centro del Conocimiento, aún es desconocido para muchas personas, quienes sólo escuchan y ven sus promociones por los medios pero que poco saben de sus funciones, el desafío es generar los espacios y las políticas necesarias para que esto no sea algo lejano para muchos. Sólo de este modo, como se dijo antes, se podrán justificar los millones de pesos invertidos, espacios ocupados y recursos públicos utilizados. Cuando un joven misionero pueda leer y comparar libros, pueda investigar utilizando una computadora conectada al mundo de las nuevas comunicaciones. Cuando esos pasillos se llenen de jóvenes disfrutando de muestras, películas, obras y todo tipo de iniciativa cultural sin distinción de clases se podrá hablar de una información y cultura para todos. El tiempo, los pasos tomados por los funcionarios y la participación ciudadana nos dirán qué hay de cierto detrás de semejante obra. Habrá que esperar...

jueves, 23 de octubre de 2008

Espacios de teatro en Posadas: Sala Tempo
Camila Oliveira
José Oliveira
Noelia Rinaldi
María Itatí Rodríguez


El teatro, como expresión artística, tiene su lugar en la ciudad de Posadas. En esta ocasión, Jorge Vega nos habla de los inicios y sobre la situación actual por la que atraviesa la “Sala Tempo”. Jorge es el encargado de la dirección de Taller Actoral Posadas, uno de los grupos que conforman el cuerpo artístico de la sala.
“Tempo” comenzó a funcionar con el mismo nombre en un local de La Bajada Vieja a principios de los años 80. Fue fundado por Luís Andrada, quien aún hoy participa y forma parte de este espacio. Jorge nos cuenta que “el señor Luís Andrada aún con sus ochenta años es el nervio motor de todo esto”.
A partir del año 1988 la Sala Tempo se traslada 3 de Febrero 1916 casi Córdoba donde funciona en la actualidad. Aquí, convergen dos grupos, el antes mencionado, Taller Actoral Posadas, dirigido por nuestro entrevistado, y la Asociación Civil Recuperar, dirigido por Luís Andrada.

El Tempo por dentro
La tragedia de Cromañón repercutió en la Sala Tempo, pues la Municipalidad de Posadas redujo su capacidad de 220 a 180 espectadores. Nos cuenta Jorge que este año “se duplicó el promedio de espectadores en relación al año pasado, las obras de acá en general anduvieron muy bien”.
Desde los primeros días de enero comienzan a pensar las propuestas, producciones, talleres y espectáculos que se van a realizar durante todo el año: “arrancamos a principios de enero con los talleres, y el último fin de semana del mes con la temporada teatral. Todos los sábados y a veces los viernes y los domingos hay teatro en la sala. Además, tenemos seguro tres festivales al año y otros que por ahí se agregan”, nos cuenta el director del taller. Entre estos se encuentran el “Festival de Títeres Kruvicas” que organiza Kossa Nostra, el “Teatro Por La Identidad”, y la “Fiesta Provincial de Teatro”. También se organizan eventos como el ciclo “el Teatro hace Escuela” destinados a los colegios como una propuesta didáctica.
Todos estos proyectos, nos dice Jorge, son resultado de un trabajo constante y sistemático aparte de una relación directa con un público que está al tanto de las actividades que se desarrollan en la sala. Además, los medios gráficos, radiales, televisivos son utilizados como una estrategia promocional: “en general no podemos solventar una compaña publicitaria, entonces afortunadamente tenemos una buena relación con los medios”. Otra estrategia que implementan de acuerdo a las características del espectáculo es repartir volantes, y también, a través de la participación de los chicos de las escuelas en “El Teatro hace Escuela” y el “Teatro por la Identidad” logran generar mayor convocatoria. Además, nos asegura Jorge: “en general hemos tenido buena puntería con las obras, ha habido buenos productos, como este año, y la gente los recibió bien. Algunas obras ya venían consagradas, como Aeroplano, de años anteriores pero las nuevas, “Las Damitas”, “El Maestro y la Curandera”, también tienen calentita a la platea.”
Con respecto al apoyo que Tempo tiene del Instituto Nacional del Teatro, el director del taller nos dice que “sus ayudas son lentas, y sin romper la relación con él intentamos buscar otra manera para hacer frente a los gastos. El trabajo de la sala está programado un año antes, para estar cubiertos económicamente”. El señor Vega a modo de confidencia nos relató que “el dinero de la primera mitad del año llegó la semana pasada. Por eso, en general las producciones las solventamos nosotros con los diseños de producción”.

El Tempo por fuera
“Tempo” está abierto a otras compañías, a todos los “grupos hermanos”, como los definió Jorge, que en su momento quieran hacer uso de él. En esos casos, debido a que tienen una agenda intensa se les pide que les soliciten la sala con 50 0 60 días de anticipación.
Con respecto a las demás salas de teatro de la ciudad, Jorge nos dice que comparten las mismas ilusiones, angustias, padecimientos, y alegrías. Pero lo que él destaca de Sala Tempo es su organización en determinados ítems fundamentales para mantener el espacio: “porque un sala de teatro en el centro no es fácil de sostener, no solamente por el alquiler, sino también impuestos, agua, luz; los servicios son difíciles de solventar”. Para finalizar, Jorge Vega resalta el hecho de que “nosotros no competimos, somos hermanos, queremos que les vaya bien a todos y que ojala se abran más salas de teatro en la ciudad”.
Cuando la historia es desestimada

Diego Andrusyzyn
Ricardo Lencina

La estación Posadas del Ferrocarril "General Justo José de Urquiza" comenzó a funcionar a fines del año 1912. Desde ese momento se ha caracterizado por ser el punto de unión de la región con el resto del país. Lugar de encuentros y despedidas, de lágrimas y alegrías, supo junto con el puerto ser el corazón de la vida social y comercial de la ciudad de Posadas. Su edificio se caracteriza por ser una construcción con estética tradicional inglesa ideada a comienzos del siglo XX por el arquitecto Arturo Gancedo Castrillo. Durante los últimos treinta años no se ha hecho otra cosa más que conspirar en contra del normal funcionamiento de los ferrocarriles argentinos hasta lograr su total decadencia y un camino que solo lo lleva a una inevitable desaparición.



Hoy en día la estación representa un patrimonio arquitectónico histórico de nuestra provincia y también a nivel nacional, según sostiene la Dirección General de Patrimonios y Sitios Históricos de la Secretaría de Estado de Cultura. Sin embargo el valor histórico y simbólico que pueda representar un patrimonio queda de lado cuando las ambiciones de progreso se imponen. Así es que para continuar la construcción de la costanera posadeña “Monseñor Jorge Kemerer” no se dudó un momento en sacrificar la estación de trenes: la demolición del edificio está en marcha desde comienzos de octubre del corriente año.

Las voces de los desoídos
Cuando bajábamos por una de las calles que desembocan en la estación de trenes, con la intensión de hablar con los vecinos de allí, nos íbamos topando con una triste realidad. El incesante ruido que oíamos no era otro que el de las máquinas demoliendo aquel edificio histórico, ante nuestras narices y la de todo el vecindario. Todos éramos concientes aquella tarde que iba a ser una las últimas veces que veríamos al patrimonio en pie: lo estaban destruyendo para elevar la futura construcción –ya nunca la misma, la histórica, cuyas paredes hablaban por sí solas- a la altura de la costanera.




Al acercarnos a los vecinos para preguntarles su opinión, se mostraban curiosamente distantes ante la situación. No tardamos en darnos cuenta que esa distancia en realidad era resignación y tristeza. Según testimonio de estos, los encargados de la demolición, la EBY (Entidad Binacional Yacyretá), se habían acercado a ellos con el proyecto ya listo – con toda la explicación de por qué no había otra salida más que la demolición- y aprobado por el Consejo Deliberante de Posadas. Esto produjo en la mayoría una gran indignación por no haber sido planteado previamente por las autoridades en busca de un acuerdo que no abaraje esa posibilidad de destrucción:“(…)Yo vivo acá hace 64 años, nací y me crié con la estación, toda una vida en el lugar y estoy en contra de la demolición, siempre voy a estar en contra(…) Se hizo en una oportunidad un abrazo simbólico entre todos los vecinos para evitar la demolición, pero no se logro nada y lo están tumbando igual(…) yo no estoy en contra del progreso, pero tendrían que haber buscado una solución, un museo, para que no se pierda nuestra historia(…) la mayoría de los vecinos que vive en el barrio estuvieron ligados emocional y laboralmente al rubro ferroviario(…) y el día que ya no vea el edificio de la estación me dará mucha tristeza, uno le tiene mucha nostalgia. Yo ya no quiero ni mirar lo que están haciendo (…)”. Este testimonio que nos han dado con lágrimas en los ojos dos de los vecinos, grafica íntegramente cómo están siendo despojados de su historia, no solo ellos sino todos posadeños. La gente de allí se había criado con el ferrocarril, formaban parte de ese mundo que latía fervorosamente día tras día. Era un lugar de comunión entre las personas. Muchos levantaron sus negocios comerciales y albergues, gracias a la demanda de la gran afluencia de gente que iba y venía con el tren.
Años más tarde –en épocas en que el ferrocarril estuvo parado- el lugar fue tomado y resignificado por los jóvenes de la ciudad convirtiéndolo en un centro cultural que articulaba música, teatro, baile, docencia de arte, entre otras actividades. Al cabo de un tiempo todos fueron echados del lugar dejando a éste en una nueva situación de abandono. Y ahora, si algo le faltaba al olvido y desamparo al que fue sometido ese hábitat común que significó la estación, era su definitiva destrucción.



Otros vecinos, en cambio, estaban de acuerdo porque creían que el lugar era “sumamente perjudicial para el barrio al estar en situaciones extremas de abandono…”, por ser “…un criadero de ratas, mosquitos, alimañas...” y encima “…un escondite de ladrones, drogadictos, violadores…”. Estos últimos nos confesaron estar cansados de pedirles año tras año a las autoridades una solución al problema de abandono de la estación. Pedían que vengan a limpiarla, a desabitarla de quienes no debían estar ahí, a mantenerla. Pero las peticiones eran desoídas una tras otras. Es evidente que estos vecinos están cansados de tener que lidiar con un patrimonio que gracias al abandono de las autoridades se ha vuelto un perjuicio para los que viven cerca. Es por eso que lamentablemente ven en la destrucción la única solución viable para este problema: “(…) y que la demuelan, a mi me entraron cuatro veces a robar por los linyeras que vienen y se meten ahí (…) ya estoy cansada de las promesas de que van a limpiar y a mantener ese lugar, pero fueron siempre promesas (…) a vos no te han prometido tanto como lo hicieron a mi (…)”. “(…) hace aproximadamente unos cinco o seis años que es un nido de delincuentes, la policía directamente no visita el lugar (…)”, son algunas de las declaraciones de los vecinos.
Estos no escapaban, sin embargo, a la tristeza de no ver otra solución a la hora de contar con las autoridades. Es notoria su resignación mientras tocan el tema. Ellos sabían que estaban obligados a acompañar esa decisión insensible porque “(…) es la única manera de que la municipalidad nos solucione este problema y si hay que tirar todo abajo, no nos queda otra (…) primero está nuestra salud y seguridad (…)” afirmó una vecina antes de volver a internarse en sus quehaceres cotidianos.
Y es así, la vida sigue, al igual que el progreso que nos quita nuestra esencia e historia y nos expectora a cambio un panorama superficial, frívolo cimentado sobre nuestro pasado.






En nombre del “Progreso”
Es evidente que las políticas de progreso son directamente proporcionales al olvido y destrucción de nuestras tradiciones e historia, nuestros espacios culturales y naturales. Ejemplos claros sobran. En nombre de la construcción de la costanera de Posadas se sometió al desarraigo a cientos de familias del “Brete” y de Villa Bloset -dos de los barrios costeros más históricos de nuestra ciudad-, las cuales al ser despojadas de su río, entorno barrial, amigos, familiares se sumen en la tristeza en los barrios totalmente carentes de asistencia, construidos en las afueras de la ciudad. Es pertinente también saber que para hacer posible el avance de esta costanera se está haciendo desaparecer la mitad de nuestro Jardín Botánico, con miles de especies nativas de fauna y flora que jamás serán recuperadas.
Centro de Conocimiento. ¿Un encuentro con la Cultura?


Mariela Guardado
Rebeca Benozio
Daiana Gomez Brauvano
Rotela Juan

El Centro del Conocimiento de la Provincia de Misiones, dependiente del Ministerio de Cultura y Educación, es un complejo majestuoso desde lo arquitectónico situado en el margen oeste de la Ciudad de Posadas, allí se concentran las miradas de diferentes sectores de la sociedad. Indiferentes, indignados, defensores y detractores toman posición y hablan de este nuevo espacio dentro de la ciudad. Ya desde los inicios -como proyecto en el año 2005- hasta estos días, funcionando en parte se alzaron muchas voces que generaron debates.


Con las actividades ya empezadas y con cierta regularidad, se busca proyectar no sólo la cultura sino un polo turístico para posicionar definitivamente a Posadas. Pero en verdad el Centro del Conocimiento ¿Cumple las expectativas con las que se creo? ¿Fomenta la inclusión social, educativa y cultural de los habitantes de la Provincia y la Región? Preguntas al margen lo concreto es que a meses de su inauguración este centro aún no cuenta con las promocionadas actividades funcionando en su totalidad.
Pero al consultar con el Licenciado en Recursos Humanos Sergio Leonardo Libutti, a cargo del área dio los lineamientos, según el Gobierno Provincial, en los cual se enmarca el Centro del Conocimiento y el aporte que dará a la región. “Si bien este espacio fue construido para albergar números y muestras culturares de todo tipo y envergadura, nuestra intención es resaltar el valor cultural de la Provincia de Misiones en sus diferentes facetas”. Por ello con su inauguración oficial el 1 de agosto del 2008, con la muestra de Mafalda, se buscó que la obra arquitectónica se convierta en un espacio representativo en lo cultural y lo turístico, como también en referente provincial agregó el licenciado.
Se esgrimieron a lo largo de nuestra charla aspectos a tener en cuenta para analizar el Centro del Conocimiento y su incorporación en la sociedad. A esto añadió: “es un lugar donde se da prioridad al artista misionero para demostrar lo que saben siendo el espacio propicio para que los jóvenes puedan expresar sus cualidades y formarse de manera completa”.


Si bien es muy reciente para evaluar su proyección e inserción en la población, lo concreto es que este espacio no pasa desapercibido para nadie que visita la Ciudad e intenta recorrerla. Con aguas danzantes, promociones constantes por los más diversos medios de comunicación, es la cara visible de la gestión actual de gobierno y la continuidad de un cuestionado modelo de obras públicas. Siguiendo con la charla Libutti agregó: “nuestra intención no sólo es enfocarnos en el publico de Posadas, además intentamos llegar a toda la provincia mediante la promoción y difusión de los eventos y muestras que aquí se realizan”. Así se busca que el espacio cobre mas relevancia y los habitantes de al región lo tomen como un referencia para expresar sus gustos culturales. “Algo difícil pero no imposible de concretar”, afirmó Libutti.
El Centro del Conocimiento cuenta con La Biblioteca de las Misiones (aun en proceso), El Centro de Artes y Comunicación (CAC), Teatro de Prosa, Teatro de lírica, Observatorio Astronómico y El Centro Provincial de Convenciones y Eventos, además de Internet Wi-fi en todo el predio y guías para los visitantes. Son algunas las ofertas que se intentan brindar
Al hablar con las autoridades nos transmiten sus percepciones que nos generan aun más interrogantes ¿Podrá instalarse en la población como espacio cultural donde integre a todos? ¿Será accesible a todos los habitantes de la Provincia? Desde los organismos oficiales esto ya es un hecho, pero desde una percepción más objetiva la ponemos en duda por los factores ya nombrados como ser movilidad y promoción del espacio.
A pesar de los interrogantes las actividades ya se presentan con regularidad. De martes a domingo desde las 10 a las 18 horas están abiertas las puertas, con muestras para variadas. Con este complejo desde los organismos oficiales se buscan crear un espacio no solo de recreación e inspiración para el público, además espacios para que la cultura tenga su lugar preponderante.
El tiempo se encargara de demostrar si en realidad se plasma todo el movimiento cultural que se desplaza en nuestras ciudades. Las bandas alternativas, los pequeños artesanos, las muestras que no tienen lugar dentro del circuito oficial como todo tipo de expresión cultural deberán estar presentes dentro de este complejo de serlo así. De este modo se podrá justificar su nombre y sus millones invertidos por parte del estado provincial y enaltecer su slogan “Misiones ingresa al Siglo XXI”.