martes, 23 de septiembre de 2008

El espectáculo de Intrusos del Espectáculo

Autores:
Carola Espinola
Martín Lozina
Milciades Espinola

Los productos multimediales son un potente instrumento mediador, que puede tornar invisibles ciertas prácticas, identidades y actores sociales, mientras da exhaustiva visibilidad a otras. Tal es el caso del producto denominado “Intrusos del Espectáculo” emitido por América TV de lunes a viernes en horario vespertino.
Si partimos del planteo de Susana Valleggia de que “la televisión resemantiza las funciones urbanas, proponiendo un cosmopolitismo virtual centrado en valores que remiten al consumo como fuente de identidad”, podemos decir que Intrusos hace hincapié en esto y lo lleva a lugares insospechados. Primero se autodenomina “el mejor programa de chimentos”, genera un ideal de acercamiento de la vida de los personajes públicos a los espectadores y los deja ávidos de conocer cada día más sobre la vida íntima de cada uno de ellos, por lo cual son fieles seguidores de la programación y se identifican con los participantes de este producto (conductor y panelistas).
La intención de este producto es exponer públicamente los avatares de la vida cotidiana de los miembros del mundo del espectáculo (local e internacional reconocibles por el público), se trabaja sobre el lado más humano e íntimo de la vida de los personajes y se los somete a una especie de juicio por un panel de críticos (¿?), los cuales someten a una cruda investigación todos los dimes y diretes que circulan en los mundillos del espectáculo.
Se explotan las situaciones conflictivas, los desengaños amorosos, las infidelidades, los actos incorrectos de los personajes y se los expone al espectador y se trata de cautivar su atención en base a la creación de escándalos, la mayoría de los cuales genera una situación de morbo donde el televidente quiere saber más, conocer, ver fotos/documentos, mirar videos, que demuestren la humanidad y fatuidad de los personajes míticos del mundo del espectáculo.
Intrusos genera un espectáculo de cotidianeidad, buscando hacer familiar lo extraordinario, saber cada día qué le sucede a una persona que únicamente podemos conocer a través de los espectáculos (TV, teatro, cine, etc.). Tratan de interpelar al espectador de forma directa y con formas retóricas simples como los primeros planos, el mirar a la cámara mientras se habla, el tono coloquial con el cual se genera el diálogo, las preguntas y respuestas improvisadas, la sobreactuación con las pequeñas fallas en el tratamiento icónico-sonoro para que parezca en vivo y en directo.
La estructuración en bloques busca cautivar sin exasperar a la audiencia, se plantea el tema más importante, se lo anuncia y luego se lo va dando en pequeñas secciones a lo largo de todo el programa para mantener al espectador al acecho y observando otras notas a la espera de la “Bomba” del día. Esta encadenación de anuncios y revelaciones a lo largo de la emisión hacen que cada receptor considere imposible el despegarse sin saber la ultima y más importante del día, permaneciendo sin hacer zapping.
Como todo programa de televisión juega con la inmediatez (el aquí y ahora sucede esto), la transparencia (basada en documentos/fotos/notas/etc.), la familiaridad y la proximidad; lo cual conduce a generar en el espectador la idea de que se está apropiando de algo creado para él y esto lo introduce en una simulación de codeo con el mundo del espectáculo, lo cual sería inaccesible en otros aspectos de su vida cotidiana.
La ambientación del producto sirve para plantearlo como algo que acerque y reúna al público con los panelistas. La forma semi-oval del panel posiciona al espectador de frente con todos los actores del programa y éstos lo miran a la cara (cámara) y dialogan para él pasándole información que no la obtendría de ninguna otra forma en la cotidianeidad de su vida. La utilización de colores llamativos que facilitan la iluminación sectorizada, de estructuras fluctuantes (columnas de liquido y burbujas) que eliminan la sensación de estanqueidad del local, la correcta aplicación del registro sonoro para potenciar cada actitud o tenor de la información (desde el drama hasta la denuncia); son recursos que marcan una posición de: “estamos para vos…, no nos dejes, no dejes de ver…, si querés saber más espera al próximo bloque”.
Si bien para algunos este programa es un elemento prescindible (“Totalmente innecesario” Martín Lozina), no todos lo consideran así, y es más casi lo necesitan para satisfacer su avidez de información/consumo sobre la vida de los personajes del mundo del espectáculo. Intrusos no es un programa educativo, pero tampoco nadie le exige que lo sea, si vemos en el historial, su conductor Jorge Rial es un reconocido periodista de corte político, y los panelistas tampoco son simples especialistas del chisme. Por lo cual se puede deducir que sólo hacen un producto para nuestro actual sistema de mercado de consumo, ellos solamente llevan a cabo un trabajo que satisface al público – su público- y reciben su reconocimiento (los mira más gente de la que lo reconoce) y satisfacen sus necesidades laborales a través de ello.
Para cerrar podemos decir que Intrusos es uno de los cuantiosos espectáculos audiovisuales que circulan en los medios de comunicación, y su especialidad es la de acercar al espectador las partes más privadas de la vida de los personajes de la escena pública. Su función es exponer lo negativo (peleas, infidelidades, fotos provocativas, actitudes indecorosas, etc.) y lo positivo (casamientos, eventos, etc.) de éstos para deleite de su público, el cual le agradece con la fidelidad con que lo observan.
Desde la perspectiva de estudiantes de una carrera de comunicación social, podemos inferir que sólo hacen algo que les reditúa en un consumo (masivo o casi), aplicando de forma casi perfecta casi todos los recursos que tiene el medio televisivo, no derrochan ningún elemento posible ni técnico ni tecnológico para crear un sugestión y satisfacción de su público consumidor, por lo cual se mantienen en la escena y continúan siendo rentables para los productores de su canal.
Nada de esto significa que deseásemos llevar a cabo un producto con iguales características ideológicas, pero sí nos asombramos ante el despliegue de recursos que realizan y todo el trasfondo de edición que se observa en esas puestas en escena que llevan a cabo cada día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si queres saber lo que es un adicto en recuperacion no lleves al facha martel.no hagas mal a las recuperacion de muchos el no nos representa