lunes, 30 de junio de 2008

PATURUZITO: Historieta y Película



Con el correr del tiempo del tiempo, el ser humano ha avanzado no sólo en técnicas, como la invención de la imprenta de Gutemberg, o la revolución industrial, sino también, en saberes volcados a productos de consumo masivo, como el periódico, el folletín, o los primeros libros.
Los que permitieron una nueva forma de comunicación, de informarse e informar, pero todo esto llegó mucho más lejos, en principio parecía una cuestión netamente noticiosa o de género noticioso, y con el transcurso del tiempo se fueron implementando nuevos géneros literarios, con un fin de hacer llegar a las masas no sólo hechos o saberes de ciencia, sino también un espacio de distracción, esparcimiento, así llegando a un estilo de comunicación que combinaba, dibujos y escritura, lo que permitía contar con más dinamismo una historia, naciendo así: las novelas, los cuentos policiales, y los que nos proponemos estudiar en esta ocasión las historietas, en particular “Patoruzito”, con el fin de conocer más acerca de este fenómeno social y cultural, que tuvo su década más resplandeciente en los ’50, ’60, y ’70 , en nuestro país.
Patoruzito, la historieta, nace de la mano de Dante Quinterno, nacido en Buenos Aires el 26 de octubre de 1909. Por el año 1924, mientras cursaba sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, Quinterno se inició como ayudante de uno de los más grandes y famosos dibujantes humorísticos del momento, Diógenes “Mono” Taborda; pionero de la historieta local. Más tarde Quinterno comenzó a realizar dibujos, que enviaba a diferentes diarios porteños. Paralelamente, se dedicó a la práctica del boxeo y del remo. El 29 de julio de 1925 hizo su debut profesional como dibujante con la tira "Panitruco", la cual era guionizada por Carlos Leroy. "Panitruco" fue publicada en las páginas de "El Suplemento".
Este hombre fue el inventor de un BEST SELLERS Argentino, “Patoruzu”, publicada en el diario Crítica, a partir del 24 de Agosto de 1927. Años más tarde, el 11 de octubre de 1945 apareció, un nuevo personaje: "Patoruzito”, éste se trataba de la historia de un indiecito tehuelche, en la patagonia argentina, quien a través de sus historietas propugnaba entre otros, los valores de defensa del patrimonio, y la familia

La historieta “Patoruzito”, pasa de un medio gráfico meramente de entretenimiento, a ser parte de la realidad cotidiana de millones de argentinos. Para sus lectores constituyó una vía de escape, una forma de ver el mundo con un toque de optimismo.


Leer Patoruzito


Esta historia logró acaparar la atención de miles de argentinos, grandes y chicos, con sus encantos y fantasías, con una inocencia tan noble y simple, llegó a penetrar hasta los sectores más herméticos de la sociedad, y logró vulnerar hasta al hombre más ruin. No sólo nacional, sino más allá de las fronteras.

Así lo manifestaba Roque Ortiz, (carpintero de 48 años, actualmente domiciliado en la chacra 240 de la capital provincial), “Patoruzito era parte de nosotros…lo esperábamos con tantas ansias que los días parecían meses”. Roque en aquel entonces, vivía en la República del Paraguay (San Ignacio), y para adquirir el ejemplar se encontraba con otra persona, oriunda de la capital misionera, ésta la compraba allí y la llevaba a revender al Paraguay; el número llegaba a manos de Roque quincenalmente, y en ocasiones este no tenía dinero, por lo que debía acudir al trueque para poseerlo, intercambiando entre sus pares dos revistas por la que todavía no había leído.

Roque resalta, el valor de esta historieta ya que con ella se adentró en el mundo de la lectura, fascinado por sus imágenes y colores.

Este apasionado lector recuerda con gusto y con contagiosa sonrisa, que leía tan velozmente, motivado y ansioso por el contenido de la página siguiente, y al finalizar lo volvía a releer, por si se le hubiese escapado algún detalle significativo.
Él en su imaginación, se situaba en lugar del personaje (bueno), pensaba y sentía como él, hasta lograr resolver el conflicto.

Roque solía debatir con sus amigos sobre la historieta, donde cada uno expresaba qué le pareció y qué fue lo que le causó más emoción. Él la leyó hasta los 18 años, guardaba los números en una caja de madera, resguardándolos del polvo la humedad y de sus hermanos pequeños, “era su tesoro más preciado”, hasta su entrada a la colimba, ocasión en que tuvo que abandonar no sólo sus hábitos y costumbres, sino también, a su familia.

Otro caso es el de Gloria González, una vecina del barrio Guazupí, quién resaltó y remarcó más el soporte escrito: “me gusta más el papel, ya que éste me permite ir hacia atrás o adelantarme (…) es más maniobrable”.

Gloria comentaba que el film de “Patoruzito”, no logró satisfacer ni medianamente sus expectativas, ya que ella, fiel seguidora de la historieta conocía bien a los personajes y la trama de la historia original. “yo en cuanto a la voz de los personajes, me imaginaba otra cosa (…), por ejemplo, en la historieta creía que la voz de Patoruzito, sería de un indiecito más grande, una voz de hombre”.
Gloria puntualiza, que es un largometraje destinado a un público netamente infantil ya que hay escenas muy ficticias, como ser las pirámides en la patagonia. Pero siempre conservando el mensaje original “luchar siempre contra los transgresores, con viveza y tenacidad”.
Además, Gloria subrayó los valores que transmitía la historieta, como ser, el respeto tanto a la familia como a los otros, la defensa del patrimonio, y la bondad por sobre todas las cosas.

Algo a tener en cuenta es la validez del formato original y todo lo que ello significa, para los seguidores es su formato inicial: “la historieta”.

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo Don Roque, Gloria y tantos otros, desarrollaron tanta afinidad con Patoruzito, y sus ideales de nobleza, bondad, inocencia y tenacidad que lo convirtieron en parte de su cotidianeidad.
Autores
ROMINA PARRA
DAVID BENITEZ
ALAN MARTÍNEZ VÁZQUEZ
GABRIELA CORONEL
CINTIA ROJAS

1 comentario:

David dijo...

No me llamo David Benitez.