jueves, 5 de junio de 2008

Mafalda: ayer, hoy y siempre

Mafalda comenzó a publicarse en 29 de septiembre de 1964. Nosotros la conocimos en los ‘80 y en los ‘90 ya cuando se habían dejado de publicar las tiras –la última salió el 25 de junio de 1973. Esta historieta llegó a nuestras manos en los libros apaisados que se compilaron en los años 70 y hasta hoy se editan en cientos de idiomas junto con otras ediciones inéditas y el Toda Mafalda de 1993. Fue motivo de conversación y porque no, disputa, con amigos y compañeros de escuela. Sin merchandising, sin propagandas de colores en la tele o en revistas, sin vasitos, vinchas o cartucheras de Mafalda la nena se instaló durante 10 años y aún perdura y es cada vez más actual, como el tango Cambalache. Desde nuestro punto de vista podemos decir que Mafalda siempre existió, que forma parte del folclore argentino.
Leer y releer cada tira las renueva y vuelve a dotar de actualidad, ya sea porque las cosas en el mundo siguen estando igual o peor que en aquella época de la guerra de Vietnam y de la movida del desarme mundial. O bien porque a la vez que vive y sufre lo internacional a través de la radio, la tele y los diarios Mafalda vive una vida de niña, vive una típica vida de familia de clase media, juega con sus amiguitos del barrio y se deja –o Quino la deja- atravesar por la niñez, por el ser niño, por lo infantil, aunque sin dejar de pensar como grande.
El desafío que nos planteamos es analizar qué dirían y cómo vivirían estos personajes tan representativos de la década de los ‘60 y ‘70 en la actualidad y con las mismas edades con las que se hicieron famosos (entre 5 y 8 años). Con las nuevas configuraciones del mundo y las nuevas situaciones en las que se vive en nuestro país sería interesante ver como los personajes de Mafalda serían representativos de lo nacional más de 30 años después de su última publicación.



Mafalda

Edad: entre 6 y 8 años
Primera aparición: 29 de septiembre de 1964


La clase media reflexiva, autocrítica, intelectual; eso representa Mafalda. Este ya clásico personaje de la historieta argentina se ha convertido en un símbolo de varias generaciones, al darle voz a inquietudes tan profundas como la paz mundial. Pequeña, morocha, y con una inocencia comprometida a la vez, la nena creada por Quino tuvo su década para decir y pensar sobre lo que la rodeaba, y seguramente hoy también lo haría con mucho gusto (o disgusto en realidad).

A principios de la década del ’70 Mafalda hablaba de los riesgos que acarrearían la contaminación del mundo, la bipolaridad, la superpoblación, las guerras. Cada vez que la niña abría la boca, el lector se quedaba atónito ante una reflexión casi filosófica donde se ponían en cuestión, junto con lo comentado anteriormente, los propios valores de la clase media argentina. No tenía miramientos a la hora de hacer una crítica cruda de la realidad y señalar lo que consideraba erróneo, tampoco se ataba a tal o cual corriente ideológica, sino que más bien seguía la paz, la equidad y la justicia como valores guías en su reflexión.

Mafalda dijo cosas geniales, como estas:

-“Está visto que la violencia tiene más rating que el bacalao” (reflexionando sobre porqué los medios de comunicación le daban más importancia a los países en guerra que a pequeñas naciones como Noruega)

-“Quiero felicitar a los países que conducen la política mundial. Así que espero que alguna vez haya motivos.”

-“Si él dijera que es buena…¡aquí dirían que es mala y la prohibirían! ¿por qué ese cretino de Fidel Castro no dice que la sopa es buena?”

-“Reconforta ver cómo poco a poco el hombre ha ido logrando dar rienda suelta a su libertad de limitarse”

Ahora bien, ¿cómo sería Mafalda hoy? Trasladémosla al 2008. Aún con 8 años, la pequeña seguirá ayudándonos a pensarnos. Por empezar, cuestionaría el uso de los celulares por parte de sus compañeros de curso y preferiría no tener uno. Fascinada por el mundo de Internet, por las posibilidades que se abren, no obstante diría disgustada: “Ahora puedo leer un diario español…¿y esta era la famosa Globalización?”. Desde ya, seguiría con bastante preocupación las invasiones estadounidenses a Oriente Medio y los conflictos en Colombia con las FARCs. Además, tendría mucha curiosidad por los representantes de movimientos sociales que llegan a los gobiernos: Evo Morales, Rafael Correa, Lula, etc.

En cuanto a Argentina, la llegada de una mujer a la presidencia le habría suscitado mucha intriga. ¿Qué podrá hacer? ¿una mujer es más adecuada que un hombre para manejar al país? ¿Tendrá que ver el maquillaje con comandar un país? Quizás Mafalda diría cosas como estas:

-“Algunos economistas dicen que Argentina está pasando un momento de vacas gordas. Entonces, ¿quiere decir que hay más carne? ¿para qué tanto lío?”

-“El gobierno venezolano prohibió Los Simpsons. ¿Y entonces Bush qué tendría que hacer?”

-“D’Elía dijo que odia a los blancos con plata. ¿D’ Elía odia a la Presidenta?”

-“Chávez es socialista y militar autoritario. Evo Morales y Correa son aborígenes y reformaron la Constitución en ambientes muy violentos. Lula fue de izquierda a derecha. Bachelet es socialista. Tabaré Vásquez es socialista. Alan García, no se define. Uribe está aliado con Estados Unidos. Lugo es un cura. Cristina va y viene…¡uf! ¿Sudamérica no se puede formatear como la compu?”




Felipe


Apellidos: Desconocidos
Edad: 7 años en 1964.
Primera aparición: 19 de enero de 1965

Es uno de los personajes más carismáticos y se lleva bien con todo el grupo. Felipe está locamente enamorado de una vecinita muy linda de su barrio por la que suspira todo el tiempo, pero es poseedor de una timidez que no lo deja hablar a su amor platónico. Es un angustiado de la vida y casi siempre está pensando en las tareas que no hizo e imaginándose y anhelando la demolición de su escuela.
Imaginativo, mal estudiante y con poca fuerza de voluntad, Felipe es uno de los personajes que más se hace querer, incluso por el propio Autor, que lo presenta como el personaje más afín a él mismo.

Hoy: Ahora bien, siguiendo este perfil del personaje que se fue definiendo a lo largo de la tira, vamos a comenzar a analizar como sería su vida en las condiciones actuales.
Ya no se distrae leyendo historietas todo el día, es más, tiene una muy vaga idea de lo que son. Ahora ocupa sus horas jugando todo el tiempo a la Playstation, y con la computadora. Continúa siendo un mal estudiante, pero se las arregla para avanzar, según él “la escuela viene fácil y nunca hacemos nada”.
Sus deseos de ver a la escuela demolida o destrozada se van cumpliendo de a poco, pero no por sus sueños de que un equipo de demolición la destruya por error, sino por el abandono que sufre el establecimiento al que concurre.
Las charlas y debates que tiene con sus amigos del barrio ya no se hacen más en la plaza, ahora es más cómodo y seguro chatear, el barrio ha cambiado mucho y la inseguridad que aqueja al país no es ajena en este lugar.
Con respecto a su gran amor platónico, Felipe se las ha arreglado para conseguir el número de celular de esta niña y le envía tímidas declaraciones de amor sin aclarar su identidad. Nunca logra hablarle cuando la ve, pero al menos con esto se siente más cerca de su amor.
No conoce muy bien los problemas del país, se interesa más por las guerras que suceden en el mundo porque se asemejan mucho a los juegos de su computadora, de esta manera cuando no esta jugando, está mirando videos de estos acontecimientos por Internet.


Manolito

Apellidos: Goreiro
Edad: 6 años
Primera aparición: 29 de marzo de 1965


Hijo de españoles, Manolito es un personaje fundamental en las tiras. Es el personaje “más bruto culturalmente hablando” ya que su cerebro es únicamente habilidoso en sacar cuentas. Ayuda a su padre en su almacén y siempre está prodigando por doquier las excelencias del almacén don Manolo. Odia con toda su alma a los Beatles y a Susanita, debido principalmente a los insultos que ella le dice sobre su inteligencia. Su ídolo es Rockefeller y su meta es tener una gran cadena de supermercados cuando sea mayor.
Siempre con los pies en el suelo no existe lugar en su cabeza para la imaginación, sino es para imaginarse todo el dinero que ganará cuando sea grande. Es sobre todo un hombre práctico, que ayuda a su papá en el almacén y admira a los americanos por ser los más ricos del mundo. Sin embargo ante esta imagen de hombre práctico y duro encierra un gran corazón para con sus amigos, a los que quiere más que a nadie.

Hoy: Luego de los saqueos y la crisis del 2001, la familia de Manolito pasó un tiempo en su tierra natal, España, para luego volver y esta vez establecerse en el país y en el barrio de siempre con un minimercado, con cabinas telefónicas y vendiendo cosas truchadas y cualquier ganga que sea rentable. Manolito ayuda siempre a su padre a la hora de atender a los clientes del local a pesar de su corta edad, y es el que tiene más conciencia sobre el valor del dinero en el grupo de amigos, todos los días consulta el valor del dólar y del euro para estar informado sobre las divisas de cambio.
Hoy sus ídolos son los dueños de Carrefour, ya que Manolito está seguro de que podrá tener una cadena de supermercados de igual magnitud que la de esta transnacional y tener mucho dinero para poder irse alguna vez de vacaciones, a relajarse en la playa como los grandes empresarios que ve en la tele.
Odia “Patito Feo” y, por ende, a Susanita fanática de todo este tipo de novelas y sus canciones. No tiene celular, no le interesa la computadora, lo único electrónico que maneja con gran destreza es la calculadora, para tratar de sacar el mayor rédito con sus ventas en el negocio.
Todos los problemas económicos del país lo preocupan, ya que teme que sucedan las mismas cosas que lo hicieron alejarse de sus amigos. Es por eso que siempre protesta contra el gobierno y dice que tendríamos que parecernos más a los Estados Unidos, “ellos sí son ricos y tienen muchos dólares para irse de vacaciones”.




Susanita

Nombre: Susana Clotilde Chirusi
Apodo: Susanita
Edad: 6 años
Primera aparición: 19 de enero de 1965
Susanita es la mejor amiga de Mafalda. Funciona como su opuesto. Su sensibilidad social es nula, por lo que discute con su amiga.
Superficial, pedante, prejuiciosa, enamoradiza, caprichosa, egoísta y clasista hasta el ridículo a veces.
Otro rasgo de su persona es ser chismosa, está al tanto de todo lo que pasa en el barrio. Uno de sus pequeños placeres es hacer enojar a Manolito. Ellos tienen una relación amor-odio.
Su único interés es casarse con un “buen partido” (léase lindo y con plata) y tener muchos hijitos. La vida consiste en eso, según su mentalidad.
De apariencia angelical, en algunos momentos puede verse como “la mala”, pero en realidad es una nena que sólo quiere atención. Por eso habla hasta por los codos moviendo las manos al compás de su discurso. La mayoría de las discusiones que genera se basan en su nula sensibilidad social, rasgo que sí tiene su amiga Mafalda. Por ejemplo los pobres le dan asco y piensa que éstos son indigentes porque ellos lo desean.

Hoy: Los días de Susanita son muy agitados para una chica de su edad. Por la mañana va al colegio (escuela pública para su desgracia). Durante la tarde, los lunes y miércoles va a inglés (muy útil para futuros viajes con su marido), los martes y jueves va con su mamá a pilates (sabe que “debe” tener un buen cuerpo para conseguir un buen candidato), y los viernes acompaña a su mamá a la peluquería con el único fin de leer las revistas Caras y Gente. Además de ponerse al tanto con esas dos revistas, todas las semanas corre al quiosco a comprarse “Paparazzi” y cada vez que sale el “Para Ti novias” el quiosquero sabe que se la tiene que guardar. Luego de finalizada su rutina de la tarde y de hacer toda la tarea, corre a su computadora. Ya no sale tanto por el barrio como antes, su papá le repite hasta el hartazgo que la gente está como loca y es mejor quedarse en casa. No obstante se sabe todos los chismes del barrio, se entera en el súper, en la pelu, en el gym y gracias al celular que heredó de su madre. Vía mensaje de texto está conectada con todos sus amigos. Desde hace poco tiene un nuevo pasatiempo, tiene dos blogs. Uno “legal” con su nombre y apellido, allí escribe tips para ser una futura buena esposa, recomienda libros de autoayuda, cuelga fotos de sus amigos y autorretratos sacados con su nuevo celular. En el otro blog usa un seudónimo y amparada en él escribe sobre todos los chismes del barrio y el colegio. Su nueva vida de “blogista” le permitió ganar nuevos amigos virtuales, algunos potables como futuro novio. Se puso como meta tener uno cuando cumpla quince. Su súper fiesta será la oportunidad para lucirlo. Además ve esa fiesta de quince como un training para su boda, por lo que cada día le obsesiona más ¡faltan sólo nueve años!, imagínense.



Miguelito

Apellidos: Pitti
Edad: 5 años
Primera aparición: Verano de 1966.

Miguelito es el más joven -salvo Guille- del grupo. Es un buenazo, "un buen tipo", como se define él mismo. Miguelito es inocente y ve la vida y a la gente de una manera bastante particular. Miguelito es un soñador a veces algo egoísta y cree que es alguien sumamente importante.
Vive en un mundo aparte, creado por y para él; no se preocupa mucho por la realidad ("¿Desde cuando los optimistas tenemos que dar soluciones?", se pregunta).
Utópico como ninguno, está siempre lleno de buenas intenciones.
Es la mezcla de una muy elocuente inocencia con una excentricidad también encomiable. Esa inocencia le lleva a creer que Mussolini fue un grande (idea que le dio su abuelo) y que cualquier papel es plata. Todo esto se contrasta con algunas maldades y un poco de pedantería "típicamente argentina". Es un "nene bueno" que tiene arranques que salen de la nada, sobre todo cuando su mamá (que sólo se preocupa por tener los pisos encerados) lo reta porque desordena todo.
Su sueño es que algún día ella no lo rete por jugar con las zapatillas puestas, poder saltar en los sillones y dejar los juguetes desparramados por el piso (lo que quiere es ser niño y disfrutar de la niñez haciendo travesuras).
Miguelito tiene como objetivo en la vida ser alguien importante: de ahí que se refleja en los charcos "para que la humedad lleve su imagen"; piensa que en un futuro será recordado y homenajeado con calles con su nombre, placas y monumentos en las plazas.

Miguelito hoy:

Que no estemos en la década del '60 no significa que Miguelito haya perdido ni su inocencia, ni su credulidad. A veces choca con Libertad, no porque no compartan utopías sino porque Miguelito, a diferencia de su amiga, piensa en Bush como alguien que -al igual que el Duce- hace grandezas en este mundo y lucha "por la paz".

Sus preocupaciones siguen siendo las mismas: ser famoso en un futuro y que la gente se de cuenta espontáneamente de lo buen tipo que es. En la escuela (va a preescolar) actúa en todos los actos y piensa que si se dedica a la actuación va a lograr sus eternos objetivos.
Sigue odiando a la sopa y sintiéndose totalmente limitado en su casa porque su mamá no le permite dejar los juguetes tirados por ahí, ya que trabaja todo el día y quiere llegar a la casa y descansar.



Libertad

Apellidos: Desconocidos
Edad: 6 años
Primera aparición: 15 de febrero de 1970

Según Quino es chiquita porque en tiempos de autoritarismo la libertad es chiquita como maní. “Tiene razonamientos que al fin de cuenta son míos, y pregunto cómo diablos tiene esas contradicciones, esos discursos tan bien armados que hoy los leo y digo; " ¿Pero cómo hice para armar eso?".

La pequeña se autodefine como simple, le gustan las personas simples – en palabras de hoy: sin vueltas. Simple porque prefiere no andar con complicaciones pero a la vez se complica con eso. Es que por su tamañito tiene que hacerse notar para que no la pasen por encima: “Lo mío es soltura, no desfachatez”, le dice a la mamá de Mafalda.
Además es muy sincera, muy directa, no deja pasar una a Susanita con quien no tiene mucho feeling, está claro, ella no es para nada simple. A su mamá, como a la maestra les dice todo de frente.

Hoy: Libertad hoy tiene un grupo reducido de amigos, entre ellos Mafalda. Sigue practicando francés y va a la escuela pública.
No tolera los productos truchos, copiados porque le parece que no son auténticos: no compra DVD truchos –la última ganga del negocio de Manolito-, no cruzaría a Paraguay a comprar. Ella quiere todo original, aunque sabe, eso cuesta más y con el sueldo de sus padres no puede tener todo lo que necesita, aunque vive modestamente y su mamá no deja que le tengan lástima, que la inviten a comer a casa ajena o que le regalen cosas.
Es pro Chávez, lo que aprendió en su casa, ya que su papá es socialista y está feliz de que su tendencia trascienda aún más que los partidos políticos tradicionales.
Cuando vaya a la facultad quiere integrar algún movimiento socialista para hacer algo porque “los pocos que tiene mucho tengan un poco menos para que los muchos que tienen poco tengan un poco más” y acercarse a la revolución social




Guille

Apellidos: El mismo que el de Mafalda.
Edad: ---
Primera aparición: 2 de Junio de 1968

El hermano pequeño de Mafalda. Es rebelde e ingenuo. Su inocencia es la principal causa del éxito de sus tiras. Como Manolito a Guille le gusta la sopa, lo cual no hará más que provocar enfados con su hermana mayor. El número de tiras editadas sobre Guille escasean pero hay que decir que las existentes son todas de una altísima calidad. Envuelto en su mundo pequeño e ingenuo Guille no se relaciona prácticamente con el grupo por lo que casi siempre sale solo o con Mafalda "Mafaddita” como él la llama.

Es la inocencia pura. Mezcla todos los problemas y sus causas. Pero hoy más que nunca estaría acertado al pensar que los problemas de falta de agua o del calentamiento global son a causa de los gobiernos, son problemas políticos…



Raquel, la mamá de Mafalda


Primera aparición: 6 de octubre de 1964.

Raquel es la típica ama de casa argentina de los años '60: cocina, lava, plancha, cose, hace las compras y se ocupa de los chicos.
Es la época de la liberación femenina, y Raquel se siente algo mal por haber dejado la universidad de la cual iba a egresar como pianista para dedicarse exclusivamente a la familia. A veces este arrepentimiento reflota con los comentarios de Mafalda, quien constantemente habla del rol de la mujer como algo clave para cambiar el mundo.
Raquel está preocupada hasta la histeria por lo que pasa dentro de los límites de su microclima hogareño, y las ácidas reflexiones de su hija le hacen ver la fragilidad de su pequeño mundo.
La mamá de Mafalda no sólo debe cuidar de su casa y de sus hijos (tarea esta última bastante complicada teniendo en cuenta como son Guille y Mafalda) sino también "combatir el paso del tiempo". Es por ello que muchas veces la vemos sacándose canas, poniéndose cremas y dándose largos baños de vapor.
Es una gran aficionada de las telenovelas y sueña con verse tal como las actrices que salen en la tele.

Raquel hoy:

Raquel sigue siendo ama de casa, no terminó la universidad para casarse: Es que en la década del '90 nadie creía que el país iba a terminar como terminó y la mamá de Mafalda y Guille decidió dedicarse a su familia, tal como lo había hecho su madre.
Raquel sigue profundamente preocupada por el paso del tiempo y por estar divina como las famosas que salen en la tele, pero como no puede ponerse botox o siliconas porque es muy caro, compra todas las cremas y productos anti age que estén a su alcance.
Pero no todo son frivolidades en su vida: tiene que ocuparse de una Mafalda cada vez más desilusionada con el mundo y un Guille que no deja de ensuciar todo lo que ella limpia.


¿Tomás-Alberto? El papá de Mafalda

Primera aparición: 29 de septiembre de 1964.

En realidad no sabemos el verdadero nombre del papá de Mafalda, se especula con que sea Tomás o Alberto. Es un empleado público que trabaja en una compañía de seguros.
Sus preocupaciones son básicamente cuatro: Su auto (un Citroen 2CV); las plantas, a las que le dedica todo su tiempo libre -especialmente luchando contra las hormigas-; cómo llegar a fin de mes y Mafalda, quien muchas veces no lo deja dormir con sus eternos cuestionamientos. Él es un hombre confiado que cree en el mundo en el que vive. El padre tiene la convicción de que algún día llegará a ser mucho más importante de lo que es y podrá manejar los grandes autos importados que ve en las revistas.


El papá hoy:

Sigue siendo corredor de seguros, y su sueldo no es realmente grande, pero alcanza para llegar a fin de mes, aunque de manera casi milagrosa.
Su gran pasión siguen siendo las plantas y su eterna lucha con las hormigas continúa. También sigue pensando que el mundo va a cambiar y que la Argentina ya no la gobernarán corruptos sino gente de bien.
Maneja un Ford Fiesta al cual cuida casi obsesivamente (de más está decir que Raquel no lo maneja) y se preocupa mucho por el aumento de la nafta.

Ambos personajes son pasivos. Hay momentos en que aparecen como algo inocentes y, quizá también, infantiles. Ambos tienen un par de debilidades en común: sus hijos y el Nervocam.


Conclusión

Y en eso andábamos, pensando en cómo somos, cuando apareció Mafalda. Y con ella sus amigos. “La Argentinidad al Palo” fue, hace unos años, la forma de describirnos del grupo de rock Bersuit Vergarabat. La Argentinidad de Mafalda, ¿cómo será? ¿cuántos puntos de contacto tendrá con la argentinidad del siglo XXI? El tiempo pasó, pero no tanto.

Por eso Mafalda y sus amigos nos permiten reflexionar sobre nosotros, los argentinos. De pequeño burgueses con ansias empresariales, de señoras “bien” que cuidan a sus hijos y los mandan a colegios privados, de soñadores de un mundo mejor, de gente que labura para mantener a su familia, de seres pensantes a los que la realidad no les pasa así porque sí. Mafalda es eso, de los que no les interesa nada. Mafalda es la Argentina que mira para afuera y veranea en Mar del Plata. Es la Argentina que quiere mayor igualdad. Es la Argentina contradictoria de hoy.

Si Mafalda volviese un día de estos, en 2008, lo primero que diría al ver como está nuestro país sería, no sin cierta reticencia a la palabra que menos le gusta: “¡Otra vez sopa!”. Acto seguido, nos invitaría a pensarnos.




Autores: Marcos Magaz, Martín Páez, Mora Rodríguez Midón, Lara Schwieters, Patricia Serra


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